°CAPÍTULO 5°

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Estos hombres entraron, encontrándose con la escena de la reina dando a luz y a los niños ocultos, sonrieron al ver la escena pues esto para ellos era una oportunidad de mostrar su poder, uno de sus tenientes entró


—¡Que hermosa escena! Tenemos 8 niños para vender en el mercado del reino, 2 futuras prostitutas y que sorpresa, una nueva sirvienta en el castillo de nuestro rey, tranquila... cabe la posibilidad de que no toda la vida seas sirvienta, puedes ser promovida a concubina del rey, pero eso si, cuando llegan a los 30 ya no resultan tan... Útiles

—Por favor no nos hagan nada, todo esto por un tratado es simplemente nefasto

—Esta guerra es más que necesaria su majestad ¿Si no cómo vamos a comprobar que Aristi es superior a Skotádi?

—No somos nosotros quienes amenazamos a mujeres y niños

—Tu-. Dijo apuntando a Xia con su espada .—Termina de sacar ese puto bebé y caminen con nosotros y ni se les ocurra intentar lo más mínimo


Las mujeres se miraron y Melanie asintió, la tercera bebé terminó de salir, la limpiaron y envolvieron con las demás y sin darse mas espera, sacaron a las mujeres y los niños, para cuando iban saliendo encontrarse con Damián y su ejército acorralándolos, los del reino opuesto pusieron espadas en los cuellos de sus rehenes, el capitán de ellos camino 4 pasos al frente con Melanie entre sus brazos y una espada en su cuello


—Déjennos marchar, o juro que los mataré

—Maldito cobarde-. Dijo Damián entre gruñidos


Melanie se sentía miserable sin actuar, así que le lanzó una mirada a Damián e inmediatamente él supo que harían, Melanie en un rápido movimiento le quitó la espada a quien la sostenía apuñalandolo con esta misma, Damián dio la señal a sus arqueros obviamente que no apuntaran a los niños y en menos de lo que pudieron reaccionar, las flechas los estaban atravesando, Melanie casi como un rayo atrapó a las bebés, Damián corrió a abrazarla y ayudarle con las bebés, ella sostenía una de las recién nacidas y Damián a dos, los 3 niños más grandes corrieron a esconderse en la falda de su mamá y la pequeña Verónica, junto con Ikari y Hiory fueron con Damián, estaban felices de haber sobrevivido, pero fue entonces cuando Víctor gritó 


—¡MAMI CUIDADO!


Al voltearse Melanie vio una flecha viniendo hacia ella y cerró sus ojos sabiendo que ya no podía reaccionar, pero no recibió la flecha, al abrir sus ojos, vio a Wen frente a ella, Wen había recibido la flecha justo en el pecho atravesándola y saliendo por su espalda, Melanie estaba horrorizada


—¡WEN, NO!


Ikari le lanzó su daga al general que era quien había proporcionado la flecha, esta misma le quedó clavada en el cuello, Ikari y Damián le arrancaron la cabeza y todos los demás soldados huyeron, pero Melanie estaba junto a Wen en su agonía 


—Wen, mirame, vas a estar bien-. Habló Xia desesperada, levantándola en sus brazos

—E...eres un sol Xia

—Wen...-. Dijo Melanie tocando su rostro y sintiendo lo fría y pálida que se estaba poniendo 

—Tu... M...mela...nie, tu eres un...una reina d...digna, fue un... placer-. Se notaba el gran esfuerzo y dolor que pasaba Wen al hablar, pues ya salía sangre por su boca .—S... servirte, l... las dos... las llevo en... mi me...memoria-. Wen dejó de respirar y moverse

—¿Wen?-. Xia la sacudió y se dieron cuenta que ya se había ido .—¡WEN!


Melanie se acercó a la inconsolable Xia, y todos los demás se abrazaron al sentir el dolor de perder a un ángel como lo era Wen. En la noche se llevaron a cabo los funerales de toda la gente que murió, la reina y el rey se presentaron ante todas las familias desconsoladas, pero llegó la hora de presentar los respetos ante Wen, nadie sabía de dónde venía Wen, ni quien era su familia, sólo había servido a familias poderosas desde muy niña, Xia presentó sus mayores respetos y Melanie igual, en cuanto a Damián se mostró apático a todo esto, mientras las cenizas de Wen eran esparcidas en Melanie crecía un odio con sed de venganza, no solo por Wen, por todos.


SILENCIO DE REINA [LIBRO 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora