Cap 2: Trío de Oro

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Volví a despertar, esta vez ya no sentía el dolor en mi espalda, digamos que ya no siento dolor en ninguna parte de mi cuerpo. Lo cuál me resulta extraño, pero lo investigaré más adelante.

Miré a mi alrededor y no ví a nadie, miré a la ventana, el sol está saliendo, así que deben de ser las 6:00 de la mañana, es hermoso ver el amanecer, jamás lo había visto así de hermoso. La Diosa Eos hace su gran entrada, para darle el paso a su hermano Helios de iluminar la tierra.

Miré el reloj que está cerca de las 12 casa, de Aries a Leo la flama azul se apagó, lo cual significa que obviamente son las 6:00 de la mañana.

Estiré los brazos y solo tengo que esperar a que venga alguien a atenderme. Vi un calendario, me levanté para poder ver bien la fecha en la que estamos. Me alegra saber que Milo marca las fechas con una "x", así no estaré tan perdida.

"12 de Febrero de 1977"

Es la fecha que recién marqué, es sábado, así que dudo que nos pongan a entrenar un fin de semana, mínimo merecemos un descanso en los fines de semanas.

Cómo estamos a 12 de Febrero, Camus ya debió cumplir años, él cumple años el 7 de este mes. Al menos espero que Milo lo haya felicitado, al igual que el resto. Eso espero, quizás más tarde le pregunté, aunque corro el riesgo de morir congelada en el intento.

Al menos estaré presente para el cumpleaños de Afrodita y de Mü, si es que a los dos mínimo les encantaría una pequeña fiesta.

Sentí algo moverse sobre mi pierna, bajé la mirada asustada, rezando de que no sea una serpiente, para mí sorpresa y alivio, es un escorpión. Sonará raro, pero no siento miedo al tener a ese bicho cerca de mí. Me agaché y extendí mi mano con sumo cuidado, el pequeño arácnido se subió en mi mano, no parece estar amenazado.

-Princesa escorpión, me alegra verla en buen estado-Habló el pequeño bicho, jadee por la sorpresa de escucharlo hablar.

-¿Puedes hablarme?-Pregunté en estado de shock.

-Si, todos los santos de Scorpio pueden entender la lengua de los escorpiones-Explica la pequeña criatura venenosa.

-Ohh -Fue mi única respuesta. Escuché la puerta abrirse y dejé al escorpión en mi cama.-Buenos días patriarca Shion.-Hice una reverencia, mi espalda no ardía, así que no sentí dolor.

-Buenos días, Milo-Saludó el patriarca dejando ver su bello rostro.-¿Cómo te sientes hoy?-Preguntó de forma amable.

Detrás de él aparecieron unas mujeres vestidas de blanco con adornos de oro, son las vestas, las que se encargan de la salud de todos aquellos que habitan aquí.

No son sirvientas, pero ayudan en lo que pueden por orden de patriarca.

-Estoy mucho mejor-Dije y las mujeres entrando unas toallas y ropa limpia.-¿En dónde me baño?-Pregunté mirando al patriarca.

-Las vestas te ayudarán en eso, querida.-Dijo el tibetano mientras me ofrece su mano, lo acepte sin dudar.

En compañía de las vestas y el patriarca, caminamos por unos pasillos que lucen iguales que se muestran en el anime y en el mundo real. Caminamos por pequeño rato, pero quiero entablar conversación.

-¿Dónde están los demás?-Pregunté mientras miraba el pasillo para memorizarlo.

-Ellos ya están listos para entrenar-Respondió llegando a una puerta de madera.-¿Segura que estás bien?-Preguntó abriendo la puerta mostrando lo que parecer un baño.

-Si, estoy en perfectas condiciones.-Dije con una pizca de entusiasmo.-¿Puedo consultarle algo?-Pregunté y él asintió.-¿Que es lo que vió en mi espalda antes de perder la conciencia?-Pregunté directamente, él se tensó ante mi pregunta directa. No sabe que responderme sin querer asustarme.-Solo sea sincero, no creo que sea nada malo.

¿Soy Milo de Scorpio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora