﹫Lechugobich it's back. ¡! w i t h ♡' ─‣ 𝗦 𝗪 𝗘 𝗘 𝗧 𝗖 𝗥 𝗘 𝗔 𝗧 𝗨 𝗥 𝗘 𝗦
~ s i n o p s i s ~
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┃ ─ Entonces... ¿Nunca estuve loco? ─
┋ La pregunta fue liberada en un...
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No tenía idea de cómo llegó a estar en esa situación. Pensó que, para ese momento, tendría una denuncia por acoso o algo similar. Sin embargo, no imaginó nada como lo que estaba pasando realmente.
- ¡Jisung! Tenemos que llevarlo a la base. - el hombre que anteriormente lo había encontrado estaba a punto de arrancarse sus cabellos húmedos. - ¡Esto podría significar una catástrofe!
- Pero eso no tiene sentido, Binnie. ¿Qué tiene de malo que nos vea?
- ¿Cómo que "qué tiene de malo"? ¿No lo ves? - preguntó mientras apuntaba a Yongbok.
Los tres hombres miraron a Lee. Éste se encontraba sentado en una silla giratoria junto a la isla central de la cocina del café. Debido a que sus piernas eran mas cortas que la silla, batía sus extremidades como un niño. Dado que parecía mas espectador de la discusión que parte de ella, se había tomado el atrevimiento de sentarse y esperar a que le dirigieran la palabra. El pelinegro, quien escuchaba atentamente la discusión evidentemente confundido, se quedó inmóvil cuando las miradas se posaron sobre él.
- Me parece un humano normal. - el pelirrojo de orejas puntiaguda fue el primero en hablar.
- ¡Exacto! Gracias, Innie.
- Hmm, entiendo tu punto, pero no puede serlo ¿o si? - el joven de cuernos seguía escéptico. - Cariño, ¿Qué eres? - preguntó con amabilidad.
- ¿Qué opciones tengo? - Bok no sabía que había otras opciones aparte de ser un humano.
- Sí, es humano... o muy tonto. - el pelinegro hizo un mohín, ofendido. - ¿Esos dibujos los hiciste tú? - el tal Innie le extendió la libreta abierta, exponiendo los dibujos en él.
- ¿Si? - no sabía si le convenía responder con sinceridad a esa pregunta.
- ¿Eso fue una pregunta? - el hombre llamado Binnie parecía estar a un pelo de explotar.
- ¿No?
- ¡Niño, ésto es serio! - gruñó el hombre, exasperado.
- Ya, Changbin. Lo estás asustando.
En ese momento algo pasó, algo que Yongbok no se supo explicar. El ambiente había cambiado la calidad del aire, se sentía como una aurora tan leve e imperceptible, etérea. Bok pudo sentir -como si se pudiese sentir- la libertad; igual que el fresco tras la lluvia, el aire se sentía purificado, pacífico.
Él sabía que algo había pasado, lo sentía de mil maneras. Sin embargo, no era solo eso; también sabía quién era el responsable, pues los bellos cuernos del joven de cabellera azabache fueron envueltos por un hilo brillante. «Finalmente, Lee Yongbok, te volviste completamente loco», dijo a sus adentros.
- ¿Por qué estás tan exaltado, elemental? - preguntó Jisung, con un ápice de molestia.
- Lo siento. Es solo que... el restaurador no ha aparecido aún y se debilita cada vez más el poder de los sellos. Cada día estamos más tarde de realizar la gran ceremonia y no tenemos al restaurador. - rendido, se sentó en la silla más cercana a él, escondiendo su rostro en sus manos. - Cada vez hay más posibilidades de que ésto pase. - apuntó a Yongbok.
