We met in this darkness

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Para Yeonjun el matrimonio arreglado nunca fue un tema controversial porque siendo el único hijo omega del líder de su manada, era normal que fuera casado con un alfa zorro para prevalecer la especie y la siguiente generación.

La sentencia para ese arreglo fue cuando sin querer, Yeonjun intercambió miradas con un hombre que estaba del otro lado del gran salón, vestido con un traje fino y perfeccionado en alta costura. Un traje que resaltaba los rasgos intimidades y fríos del hombre que pareció estar tan hipnotizado como él al segundo que sus ojos se encontraron. Estaba a una larga distancia pero por alguna razón, Yeonjun sintió algo mareante y cálido en su cuerpo, no era un celo, era algo más profundo que eso.

Nunca creyó en el destino ni los destinados. Pero aquí, viendo a ese hombre del otro lado, Yeonjun creía que todo eso estaba en lo incorrecto. No podía moverse, tampoco quería hacerlo.

A través de las luces nítidas del salón. Enredado entre cientos de personas que charlaban de lo que sea emblemático en ese momento, no era importante. No cuando Yeonjun sonrió genuinamente ante tal extraño que le devolvió la sonrisa.

Esto era nuevo. Yeonjun sintió algo en su pecho y sonaría dramático pero también en su alma. Como si algo revelador hubiera aplastado todo.

Todo estuvo bien esa noche. Hasta el momento que de nuevo se topó con esos ojos profundos, era el mismo hombre de antes. El mismo que le hizo un millón de cosas a Yeonjun sin siquiera tocarlo.

El mismo hombre que resultó ser un alfa. No uno cualquiera. Un alfa de lobo negro.

La especie más temida y la más odiada.

El tipo de sangre y especie que su manada repudia. Era al que pertenecía el alfa por quien Yeonjun aclamaba su atención, esto no era bueno.

No lo era si este alfa mostraba el mismo interés en él. Era mutuo. Lo sentía.

Pero Yeonjun era un omega, uno zorro.

Y Soobin un alfa, de lobo.

Este amor sería el hito de lo prohibido. Entre ambas especies jamás se atreverían a romper una regla cultural que fue estrictamente seguida por dinastías pasadas, reyes y reinas tuvieron su seguimiento de forma estricta, hasta la actualidad. "No mezclar especies". Era una ley que nadie jamás ha roto.

Luego estaban ellos que lo habían hecho en el primer momento que sus ojos se encontraron. Seguido de sus sonrisas interesadas y metiéndose al fuego cuando pudieron saber sin una palabra que estaban en la misma sintonía. Un zorro y un lobo. Era aberrante.

Era fascinante para los dos.

De cualquier manera, nadie estaba viendo y nadie tenía porqué enterarse de este secreto o como muchos lo llaman, pecado.

My infinity is you, my answer is you and my path is you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora