My infinity is you, my answer is you and my path is you

Under Water

En el trayecto de camino al apartamento de Taehyun, el omega de Yeonjun se encontraba un tanto ansioso. Era la primera vez que algo en su pecho se hundía y lo hacía estremecer, Yeonjun lo atribuyó a sus nervios pues dentro de unas horas estaría yendo a la -para nada- emocionante reunión entre manadas.

Por alguna razón que Yeonjun desconoce, su instinto le picaba pues no tenía idea de porqué estaba pensando en prepararse muy bien para esa noche. No es como si quisiera impresionar a alguien en particular, tampoco quería lucir de maravilla para quien será su prometido.

Hay algo que simplemente Yeonjun no comprende pero su omega interior le dice que debe ir con sus mejores atributos resaltando. Totalmente ridículo.

Por ello Yeonjun lo omitió. Deben ser los nervios y la ansiedad comiéndose su cabeza, además de que no ha podido dormir bien durante dos noches por el trabajo. Yeonjun quiere terminar todo de una vez para salir de la abrumadora sensación que lo come vivo.

"Estamos aquí" Taehyun se estacionó y Yeonjun visualizó el apartamento donde su amigo se quedaba por mientras pues el omega tenía intenciones de mudarse en el próximo mes. "Anda, muévete o te sacaré allí a patadas"

Taehyun dijo cuando miró a Yeonjun echado en la parte de atrás, haciendo sonidos de quejas y balbuceando como un niño pequeño que no quiere ir a la escuela mientras su madre lo obligaba a levantarse de la cama. Entre tantos jalones, Taehyun logró sacar a Yeonjun del auto y arrastrando los pies, entraron al elevador para subir a su piso.

"Tu humor de repente se puso agrio" Taehyun señaló. "Tu olor está como aceituna en pleno estado de oxidación, apestas"

"Es que...de repente estoy ansioso" jugó con las tiras de su ropa, Yeonjun siente una clase de opresión en el pecho y un malestar en el estómago que lo hunde. "Quizás esté más nervioso de lo que pienso, pero es suficiente para hacerme apestar de este modo"

"Entonces no debes ir si te sientes tan mal"

"Mi padre confía en mí, ya hice un compromiso y no puedo revocar mis responsabilidades de ese modo. Seguramente no tengo nada" Yeonjun sonrió a Taehyun quien lo miraba poco convencido. El elevador se abrió y ambos salieron en dirección al cuarto, Yeonjun sabiéndose perfectamente el recorrido se permitió cerrar un momento los ojos mientras sus pies seguían el paso.

No quiere pensar tanto en lo que pasaría una vez su padre diga en voz alta, frente a toda una multitud, que va a casarse. Sabe que esto es una costumbre y sabe que es algo que nunca se ha roto. Yeonjun también sabe que es hijo del líder, siempre se preparó para este momento pero... quizás no estaba tan listo como cree.

No puede dejar de pensar en lo que Taehyun dijo, sus palabras parecen miles de cuchillas que lo atraviesan con un fuerte impacto mental. Tiene razón. Yeonjun no se encontraba feliz con este acuerdo pero si se opone, vendrán consecuencias. Empezando por el disgusto del alfa líder de la manada de zorros blancos del este. El padre de su prometido, futuro suegro y un importante socio.

Él ya tiene un acuerdo con su padre. Han formado un acuerdo de que sus tierras serán aliados una vez el matrimonio se concrete. Ambas especies de zorros blancos y ginger se volverán familia y a la vez en una misma comunidad de zorros.

Unir fuerzas hará que la manada de vuelva menos inquebrantable ante posibles amenazas de reclamos territoriales. Cosas estúpidas cuando llega esa época de 'olimpiadas amistosas entre especies' pues de amistosas no tienen nada. Salvo el saludo cordial. A veces, llovía sangre de poder y vanidad. Mayormente poder.

Todos querían tener poder.

Por eso, uniendo fuerzas, unían un mismo lugar seguro para los zorros. Yeonjun entiende que su padre se metía en este desastre político únicamente por él, su hijo, porque teme perderlo.