Capitulo 1

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Ruth estaba sentada frente al televisor, sentada en su sofá, sin embargo, la televisión no estaba encendida, ella estaba viendo su propio reflejo en la pantalla.
No hay nada peor que recordar un accidente donde el único sobreviviente eres tu.

Ella tocaba su prótesis facial, que le impide ver las cicatrices de su rostro, que aún con tantas cirugías no se pueden borrar.

Mañana es el último día, su última cirugía de reconstrucción facial.

Estaba feliz, alfin podría salir al mundo sin esa estúpida máscara.

Ruth se levantaba e iba al baño, era hora de bañarse.
Quitándose la ropa, el cuerpo de Ruth estaba lleno de cicatrices.
Ella solo cerraba los ojos, para no ver el reflejo de su cuerpo, no soportaba verlo.

-Hija estarás bien, siempre estaré a tu lado-

Ruth escuchaba ese susurro de nuevo, la voz de su madre, las mismas palabras que ella le menciono.

Mama no me dejes!-

Ruth abría sus ojos y miraba su reflejo en el espejo, asustada daba un paso atrás cayendo en la bañera

El último recuerdo de Ruth, es abrir los ojos en el hospital, tenía todo su cuerpo lleno de vendas, en su rostro había una especie de máscara, su nuevo rostro por mucho tiempo.
No podía hablar, sus cuerdas vocales habían sido cortadas en el accidente, ni ella entiende como pudo hablar en ese momento teniendo las cuerdas vocales cortadas.

Ruth se levanta y de un golpe rompía el espejo, odiaba su apariencia actual.
Entonces lo vio, su mano llena de sangre por los pedazos de espejo.

Ruth sintió un escalofrío mientras veía la sangre brotar de su mano.

-Toma mi mano-

La mano ensangrentada de su madre tomaba su mano

-se fuerte-

Ruth empezaba a llorar y se dejaba caer de rodillas al suelo, dejando escapar sus lamentos.

La escena fue una completa desgracia ese día.
Un trailer que no respeto el rojo del semáforo por el conductor estar muy cansado tras su largo viaje.
El auto donde iban ellos esa noche era una mosca delante de ese monstruo.

Ruth recuerda esa escena.

Su padre aplastado completamente con su cráneo destrozado, su cuerpo era solo una amalgama de carne aplastada.

Su madre con la mitad de su cuerpo aplastado, y con un pedazo de puerta atravesando su espalda, su cráneo abierto, y con uno de sus ojos fuera, era un milagro que aún siguiera viva aún por unos minutos.

Ruth se levantaba y se mete a bañar.
El agua es fría, demasiado fría, sin embargo a ella no le importaba, ni siquiera se molesta en curar su herida primero.

Por el choque, un pedazo del auto, le arranco la nariz y gran parte de la carne y piel de su cara.

-No te rindas, cumple tus sueños-

Ruth lloraba una vez más, sus lágrimas se combinaban con el agua que caía en su cuerpo.

Al finalizar, salía del baño y curaba su herida, aún con ese escalofrío, trataba de no mirar su mano, ver la sangre le daba terror.

Al final ella decide dormir.

-Mañana es otro dia-

Dijo con una voz muy quebrada, sus cuerdas vocales no habían sido sanadas correctamente.

Mañana es otro dia

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