1. escape

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Francia/París.

Sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo mientras corría por las calles de París con un frío que envolvía cada parte de mi cuerpo, la nieve caía y mi corazón se aceleraba.

-¡Dios, marcy! ¡regresa, carajo!-escuchaba el grito de mi hermano detrás de mí, corría lo suficiente para no ser alcanzada.

Bajaba las escaleras que daban al metro y que por mi suerte estaba abriendo sus puertas, entre rezando que mi hermano no logrará entrar. Las puertas se cerraron y solté todo el aire que contenían mis pulmones.

-¡Esto no se queda así, Marceline!-gritó lo suficiente para que yo escuchara a lo que correspondí con un beso tirándolo con la palma de mi mano mientras el tren avanzaba.

-Eso estuvo cerca-camine buscando un asiento, el tren estaba totalmente lleno-disculpa ¿puedo sentarme?-pregunte a una chica quien llevaba su guitarra en el asiento a su lado.

-Oh si, puedes-sentí su mirada sobre mí mientras quitaba su guitarra, yo le sonreí susurrando un pequeño "gracias".

A los pocos segundos la chica encendía un cigarrillo y yo veía sus movimientos detenidamente.

-No me veas tanto, me lo vas a gastar-comentó, a lo que me hizo quitar la mirada de inmediato.

-Disculpa, no quería incomodarte-baje mi cabeza avergonzada y escuché una pequeña risa por su parte.

-Soy Mikasa y para nada, eres graciosa-se presentó, yo me sonroje por lo que dijo.

-Marcy, encantada-le di una sonrisa tímida.

-¿Es el abreviado de? ¿Marceline, no?-asentí-lindo nombre, marcy.

-Gracias, mika-me miro con una sonrisa poniéndome nerviosa.

-Eres tierna, dime, ¿qué haces tan sola andando por el metro?-le daba una calada a su cigarrillo.

-Pues escapaba-me volteó a ver confundida-de mi hermano, asuntos familiares o mejor dicho problemas.

-¿Difícil no? también sé de eso pero tranquila solo soportalo y cuando ya no puedas, déjalo en la mierda-comentó con tranquilidad.

-Que fácil me lo haces saber-respondí desganada, solo pensar lo que me espera en casa y los regaños de mi madre, un dolor de cabeza.

-Verdad pero no te preocupes, distraerse es bueno, yo puedo ser esa distracción-el tren se detuvo y con él mi corazón-debes ver tu cara, marcy-sonrió-¿que ocurre? ¿por qué esa cara?-decía tomando sus cosas incluyendo su guitarra.

-¿Eh? ah...es que, creo que lo interprete de otra manera-salimos de el tren juntas.

-Oh ¿piensas que te estaba coqueteando?-enarco una ceja y yo me sonroje-no lo hice con esa intención, marcy-dio una última calada a su cigarrillo hasta tirarlo al suelo y pisarlo.

-Bueno, solo me sorprendió tu comentario, mika-le mire a los ojos pero aparte la mirada cuando ella sonrió.

-Déjame distraerte, marcy-entre abrí los labios para hablar pero me interrumpió-te juro que no te arrepentirás.

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My dear love | Mikasa Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora