2. diviértete.

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Justo ahora mismo me pregunto a mi misma

¿Eres consciente de las consecuencia, Marceline? parece que no eh.

Mi conciencia y yo teníamos una pelea interna, sobre si soy idiota por seguir a alguien que no conozco y posiblemente me secuestre.

-No, ella no lo haría-susurre a mi misma asustada viendo a mi alrededor, eran calles que no conocía.

Lo justifico con solo decir que no salgo de mi casa.

-¿Que dices?-Mikasa volteó a verme y yo negué torpemente.

-Nada nada-me abrazaba a mi misma por el frío de la noche.

-Hey, no te asustes-coloco una de sus manos en mis hombros-no haré nada que no quieras, puedes regresar si quieres.

-No es eso, simplemente soy desconocida de estos lados de Francia-comente mientras seguíamos caminando-y bueno, de ser así tendrías que llevarme de nuevo al metro.

-Bien, ahora tengo un perrito-soltó junto con una risa por lo que la mire indignada-no es por ser grosera, marcy, lo siento.

-Pues eres una grosera ¿cómo que perrito? ¿tengo cara llena de pulgas o que?-se detuvo y me miro.

-Dejame revisarte-puso sus manos alrededor de mi rostro-efectivamente, tienes pulgas justo aquí-no me dejó reaccionar hasta después que sentí como pico por mis costillas con sus dedos.

-Ay-di un salto mientras ella se reía sin parar-eres malvada, Mikasa.

-Es que debiste ver tu cara-decía entre carcajadas-basta, dios-se sostenía el estómago por tanto reírse.

-¿Basta de qué? si eres tú la pesada-estaba molesta, así solo me di la vuelta y camine hacia el otro lado.

-Oye no no, ven-sentí como jalo de mi y me abrazo por la cintura-eres demasiado sensible, nena-sentía mi cara roja-debes tranquilizarte-susurro cerca de mi oído, cerré los ojos ante su contacto.

-Te dije que estaba estresada-murmure a lo que ella solo una pequeña risa soltandome.

-Vamos, prometo no más bromas pesadas- me di la vuelta para verla, ella tenía su meñique alzado-es una promesa.

-Uhm, bien-junte mi meñique con ella mientras sonreía-enseñame tu paraíso para distraerme, mika.

...

-¿De verdad?-me quede viendo la entrada del lugar-pero mika, aquí solo viene gente vaga-la vi fruncir el ceño.

-¿Disculpa? acá es mi trabajo, literalmente es mi hogar-cruzo sus brazos-¿soy una vagabunda para ti?

-Si-comente distraída viendo por el ventanal del lugar-quiero decir, no obvio no, me salió sin pensar-suspire-disculpa, es que yo soy ajena a esta vida, lo veo malo o bueno, eso dice mamá.

-Eres tan tierna que me irritas-la mire con molestia-esto mi querida marcy, es disfrutar, es la libertad-abrío las puertas del lugar-bienvenida al bar country club, mi lugar secreto.

-¿Segura que secreto?-entre a este visualizando bastante gente, a pesar de que es un lugar ni tan grande ni muy pequeño, es amplio, la gente reía y se veía realmente tranquila hablando-se siente un tipo de paz aquí.

-Te lo dije, lo críticas mal-pasamos al lugar haciendo sonar una campanilla.

-¡Hey! pero si es la gruñona de mi mejor amiga-un chico rubio hablo acercándose a nosotras.

-Ay mierda-susurro mika detrás de mí.

-¿Y está preciosa dama?-me guiño un ojo y atrapó mi mano para dejar un beso en ella-encantado, soy Armin.

-Sueltala-mikasa pasa a mi lado y da pequeños golpes en la mano de Armin la cual sostenía la mía.

-Grosera, abusiva y maltratadora número uno de Armin-comentaba el rubio acariciando su mano-es lo que define a Mikasa siendo Mikasa.

-Dices que es tu mayor hater-dije entre risas-creo que ya somos dos, es algo pesada-Mikasa soltó un suspiro.

-De verdad que me sacan de mis casillas-rodo sus ojos-ambos son insoportables-Armin y yo nos miramos señalandonos.

-¿Que hablas, niña? si yo soy un ángel encarnado-Armin se cruzó de brazos indignado.

-El diablo mejor dicho-murmuro Mikasa-ven marcy, tengo que prepararme para tocar y tu-señalo a Armin con su dedo-prepara el escenario.

-Espera, espera-Mikasa detuvo su caminar a lo que yo hice lo mismo al seguirla-¿solo tocaras tu hoy? Jean está aquí ya, podemos tocar juntos-Mikasa respondió con un "ajá" sin más y siguió caminando y yo le seguí el paso.

-¿Ajá? ¡¿Y ESE AJÁ QUE CARAJOS SIGNIFICA?!-escuche decir a Armin pero mika no se inmutó en hablar más dirigiéndose detrás de un pequeño escenario, solo podía admirarlo, pues de verdad que este lugar daba una vibra clásica, me encantaba.

-Wow, tienes un saxofón-vi asombrada el instrumento junto a otros más-¿sabes tocar?

-Claro pero mi fuerte es la guitarra y el piano-decía colocando sus cosas en una silla-¿tocas alguno?

-Piano y violín son mis fuertes, mi madre me obliga a tocar algunos instrumentos pero solo soy buena con esos-respondí admirando aún el saxofón.

-Puedo enseñarte a practicarlo más-la voltee a ver y me regaló una sonrisa-puedes traer el violín y darme clases-se acercó más hasta quedar frente a mí-eres muy linda, marcy-estoy segura que un sonrojo en mis mejillas era notorio y más cuando colocó un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

Era extraño, nunca se había manifestado está sensación en mí, no sé si era por el tiramisú que comí pero esas famosas mariposas en mi estómago estaban surgiendo de lo más loco.

-Tambien eres linda, mika-le di una sonrisa-de hecho, mucho más que yo-me miraba con cierto brillo en los ojos negando.

-Nada se compara a lo adorable y hermoso de tu rostro-no sabía que decir, me sentía nerviosa, solo pude mantener nuestra contacto visual, ella miraba mis ojos y luego bajaba la mirada, poco a poco se acercaba a mí.

-¡¿Mikasa, estás aquí?!-la voz de un chico nos interrumpió e hizo que nos separamos.

Mi respiración era descontrolada por su cercanía.

—Ahm ¡aquí estoy!—grito haciendo su cabello para atrás.

Seguro estoy confundiendo la situación pero ¿era un beso el que me quería dar?

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⏰ Última actualización: Jan 11 ⏰

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My dear love | Mikasa Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora