Anuncio inesperado.
(Ignacio)
Al despedirme de Vanessa mi corazón palpitaba con fuerza, la había visto un par de veces en los encuentros de nuestros padres, siempre se me había hecho una chica excepcional y el haber bailado con ella fue casi como un sueño.
Seguí con mis encuentros importantes, no eran de mi total agrado pero mi padre había mencionado que esta noche sería un comienzo para la familia y que debía dar la mejor impresión, pues yo tomaba el cargo de los negocios familiares.
La atmósfera en la sala era densa, cargada con la seriedad que solo las reuniones de la Gama -la red de empresas de papá- podía llevar consigo.
Héctor, mi padre, una figura imponente que proyectaba autoridad con cada gesto, compartía miradas con el padre de Vanessa. Los dos hombres, representantes de mundos que convergían en un destino compartido.
—Ignacio, Vanessa—, la voz de mi padre ocasionó que me volteara con dirección al escenario en donde estaba a un lado del padre dde Vanessa, sus palabras resonando en la sala con un tono que dejaba poco espacio para la discusión.
Vanessa ya se había acercado a la multitud, frente al escenario. Los ojos de la pelirroja y los míos se encontraron por un instante, una conexión efímera que no podía disimular la sorpresa que se reflejaba en ambos.
—Como representantes de nuestras familias, hemos tomado una decisión—, continuó Gerardo, el padre de la chica, su mirada penetrante encontrándose con la mía. Las implicaciones de sus palabras comenzaron a asentarse, formando una sombra sobre el horizonte de nuestras vidas.
—Ignacio,Vanessa, se espera que ustedes dos se comprometan— declaró mi padre con una solemnidad que dejó poco espacio para la negociación.
El anuncio resonó en la sala como un eco inesperado, dejando un silencio tenso en su estela.
Los rostros en la habitación reflejaban una mezcla de sorpresa y aceptación forzada.
Las miradas entre Vanessa y yo eran un intercambio silencioso de incredulidad. Sabía que esto no era lo que ella deseaba, pero no podíamos hacer nada más.
En ese momento, nuestras vidas, ya entrelazadas por oscuros designios, quedaban selladas por un compromiso que desafiaba cualquier deseo de elección propia.
Mis palabras de respuesta se quedaron suspendidas en el aire, reemplazadas por la conciencia creciente de que la sombra de la mafia que se cernía sobre nuestras vidas ahora se extendía también sobre el destino de Vanessa y el mío.
Tras la tensa declaración, cuando la fiesta tomó su curso regular y algunas personas nos felicitaban, mi futura prometida buscó un escape en las calles nocturnas de la ciudad. Sintiendo la urgencia de compartir la carga emocional, la seguí a través de las calles hasta un lugar alejado.
La luz tenue de las farolas delineaba su expresión furiosa cuando se volvió hacia mí.
—¿Cómo pueden esperar que aceptemos esto?—, susurró. La ira destellaba en sus ojos, una llama intensa que no podía ser apagada fácilmente.
—Vanessa, entiende que esto va más allá de nosotros—, intenté explicar, pero mis palabras resonaron en el aire, impotentes frente a su indignación.
Nos refugiamos en un rincón apartado, alejados de la presión familiar y de la imposición de un destino no deseado, o más bien no deseado por ella. La distancia entre nosotros se mantuvo, y en lugar de complicidad, sentí la fuerza de su furia en la tensión del aire. Mientras la ciudad susurraba con sus luces titilantes, nuestra conexión compartida se volvía más intensa, alimentada por la rabia compartida.
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LA GAMA
RomanceEn el bullicioso y peligroso corazón de la ciudad, donde las sombras bailan con secretos y los susurros de la mafia se entremezclan con el viento nocturno, nuestro protagonista, Ignacio, se encuentra en una encrucijada. Como hijo del temido líder de...