Maldito Nacho.
(Vanessa)
La mañana siguiente fue como cualquier otra, excepto que mi mundo se sentía al revés. Me levanté con un nudo en el estómago, el recuerdo de la noticia de la gala aún fresco en mi mente.
El sol filtrándose por las cortinas no lograba disipar la pesadez que sentía.
Sin apetito, decidí enfrentar la mañana con la ayuda de mis mejores amigos.
Tomé el teléfono y marqué los números de Alessandra y Jeremy. Ambos respondieron casi al mismo tiempo, como si estuvieran esperando mi llamada.
Ale respondió con entusiasmo —¡Hola, Ness! ¿Cómo estuvo la gala anoche?
Solté un gran suspiro, —Alessandra, necesito contarte algo. Fue... inesperado.
Jemy tomó la palabra —Uy, le dijo el nombre completo, ¿Pasa algo, Ness? ¿Estás bien?
A mis amigos siempre los llamaba por diminutivos tiernos, pero cuando estaba enojada o en un momento serio les decía por sus nombres.
—Papá decidió que debo casarme con el maldito de Ignacio.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Ale rompiera el hielo.
—¿Qué? ¿Estás bromeando?— se exaltó
—Desearía que fuera una broma, pero es en serio, me lo dijo anoche en la gala de Héctor, como si fuera el próximo paso lógico en su plan de negocios.
—¿Hablaste con él sobre esto?— La voz de Jemy se escuchaba seria, algo completamente extraño.
—No, no quiero hablar con él, sé que no entenderá, y sinceramente, no quiero escuchar sus razones.
Mi amiga respondió —Ness, esto es demasiado. ¿Qué planeas hacer?
—Voy a hablar con Tony, él siempre tiene respuestas más sabias. Necesito su consejo antes de decidir qué hacer.
—Bien, cuentas con nuestro apoyo, Ness. Estamos aquí para lo que necesites- Jeremy fue el que habló esta vez.
—Absolutamente. Y si necesitas respaldo, estamos a tu disposición— Añadió Ale.
—Gracias, chicos. No sé cómo enfrentar esto, pero sé que con ustedes a mi lado y el consejo de Antony, encontraré una manera.
La llamada terminó, dejando un destello de esperanza en medio de la incertidumbre que me esperaba. Con el respaldo de Alessandra y Jeremy, y la perspectiva más sabia de mi hermano, me preparé para enfrentar el día y descubrir qué más deparaba esta inesperada encrucijada en mi vida.
Mis pensamientos seguían enredados en la decisión de mi padre. Salí de la habitación con el teléfono en mano y me dirigí hacia donde Antony.
Mis manos temblaban mientras caminaba por la amplia sala de estar. No podía sacudirme la noticia de la noche anterior, entre risas forzadas y copas tintineantes, mi padre y el padre de Nacho habían soltado la bomba: " Ignacio, Vanessa, se espera que ustedes dos se comprometan". Como si estuvieran compartiendo el último chisme de la alta sociedad. Pero esto no era un chisme, era una sentencia.
Entré a la biblioteca en donde Tony estaba sumergido en un libro. Levantó la vista al verme y frunció el ceño al notar mi expresión.
Colocó el libro a un lado —¿Vanessa? ¿Qué está pasando? Te veo inquieta.
Me dejé caer en el sofá junto a él y suspiré con frustración.
—Es papá. Anoche, en la gala organizada por el señor Héctor, soltó la bomba de que debo casarme con el engreído de Nacho. ¿Puedes creerlo?
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LA GAMA
RomanceEn el bullicioso y peligroso corazón de la ciudad, donde las sombras bailan con secretos y los susurros de la mafia se entremezclan con el viento nocturno, nuestro protagonista, Ignacio, se encuentra en una encrucijada. Como hijo del temido líder de...