Manfredo Drama en tres actos

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MANFREDO ***

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MANFREDO, DRAMA EN TRES ACTOS,

Por Lord Byron.

TRADUCCION CASTELLANA.

En el cielo y en la tierra hay mil cosas que vuestros filosofos tampoco dudan.

HORACIO.

Paris, Librería Americana, 1830.

PERSONAS.

UN CAZADOR DE GAMUZAS.

EL ABAD DE SAN MAURICIO.

MANUEL.

HERMAN.

LA ENCANTADORA DE LOS ALPES.

ARIMAN.

NEMESIS.

LOS DESTINOS.

ESPIRITUS.

La escena se representa en medio de los Alpes, unas veces en el castillo de Manfredo y otras en las montañas.

MANFREDO,

Drama en tres actos.

ACTO I, ESCENA PRIMERA.

[Manfredo está solo en la galería de un antiguo castillo. Es media noche.]

MANFREDO.

Mi lámpara va á apagarse; por mas que quiera reanimar su luz moribunda; no podrá durar tanto tiempo como mi desvelo. Si parece que duermo, no es el sueño el que embarga mis sentidos y sí el descaecimiento que me causan una multitud de pensamientos que afligen mi alma y á los cuales no me es posible resistir. Mi corazon está siempre desvelado y mis ojos no se cierran sino para dirigir sus miradas dentro de mí mismo; sin embargo estoy vivo, y segun mi forma y mi aspecto, me parezco á los otros hombres.

¡Ah! ¡el dolor deberia ser la escuela del sabio! Las penas son una ciencia, y los mas sabios son los que mas deben gemir sobre la fatal verdad. El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida.

Filosofía, conocimientos humanos, secretos maravillosos, sabiduría mundana, todo lo he ensayado y mi espíritu puede abrazarlo todo, todo puedo someterlo á mi genio: ¡inútiles estudios! He sido generoso y bienhechor, he encontrado la virtud aun entre los hombres ... ¡vana satisfaccion! He tenido enemigos; ninguno ha podido dañarme y varios han caido delante de mí: ¡inútiles triunfos! El bien, el mal, la vida, el poder, las pasiones, todo lo que veo en los demas ha sido para mí como la lluvia sobre la árida arena. Despues de aquella hora maldita... No conozco el terror, estoy condenado á no esperimentar nunca el temor natural, ni los latidos de un corazon que hacen palpitar el deseo, la esperanza ó el amor de alguna cosa terrestre... Pongamos en práctica mis operaciones mágicas.

Seres misteriosos, espíritus del vasto universo, o vosotros á quienes he buscado en las tinieblas y en las regiones de la luz; vosotros que volais al rededor del globo y que habitais en las esencias mas sutiles; vosotros á quien las cimas inaccesibles de los montes, las profundidades de la tierra y del Océano sirven muchas veces de retiro... Yo os llamo en nombre del encanto que me da el derecho de mandaros; ¡despertaos y apareced!

[Un momento de silencio.]

¡No vienen todavía! ¡bien! por la voz de aquel que es el primero entre vosotros; por la señal que os hace temblar á todos; en nombre de aquel que no muere nunca ... despertaos y apareced....

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2008 ⏰

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