El comienzo

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Era una noche como cualquiera, la luna iluminaba el cielo a todo su esplendor, los animales cantaban dulces melodías que acompañaban el ambiente. Sin embargo, había alguien más, un demonio pelirosado con marcas azules en todo el cuerpo; aquel demonio observaba al cielo estrellado desde la rama de un enorme árbol.

Ese demonio tenía el nombre de "Akaza".

Akaza estaba observando el cielo con tranquilidad, de repente, escuchó el grito de una mujer. Akaza bajó del árbol y se dirigió al lugar donde provenía aquel grito.

Al llegar vió una escena que le disgusto, habían muchas mujeres muertas en el suelo, todas estaban descuartizadas.

-Ayúdenme por favor!!!

Escuchó que una mujer gritaba por ayuda, así que decidió acercarse; en eso, se encuentra con una mujer tirada en el piso, y frente a ella, había alguien más, alguien a quién Akaza odiaba con todo su ser.

-Por favor ten piedad!!! Estoy embarazada!!!

-Oh en serio? Pues eso me alegra, significa que me ayudarás a volverme más fuerte. Las mujeres embarazadas tienen más nutrientes que una mujer normal, así que te comeré con más calma como agradecimiento. Qué te parece?

Aquel demonio estuvo a punto de tocar a la mujer, ella cerró los ojos muy fuerte esperando lo peor. Grande fue su sorpresa al no sentir nada, así que abrió los ojos y vió algo que no se esperaba. Un chico de cabello rosado con marcas azules estaba delante suyo.

A: Alejate de ella imbécil *Dijo seriamente*

D: Oh! Hola Akaza-Dono! Me alegra mucho verte querido ami- *Es interrumpido repentinamente, tras recibir un golpe fuerte en la cara, tan fuerte que le arrancó la mandíbula*

A: Cierra la boca *Voltea a ver a la mujer y la toma en brazos* Sujetese fuerte, la llevaré a un lugar seguro

La mujer le hizo caso y el demonio comenzó a saltar con rapidez. Un rato después el demonio llegó a un pueblo. Dejó a la mujer en la entrada de una casa, al ver que fué recibida se marchó de ahí. El amanecer estaba cerca, por lo que corrió para buscar un refugio del sol, hasta que encontró una cueva y se adentró a esta.

A: *Suspira* Al menos estoy a salvo *Se recuesta en las paredes rocosas de la cueva*

D: Akaza Dono! *Se pone frente a él* Por qué no me dejaste comerme a esa mujer~ *Akaza apartó la mirada de Douma, no tenía que responder a una pregunta tan obvia* Oh! Ya recuerdo! Tu no comes mujeres. Si comieras mujeres serías más fuerte, incluso más que yo... Tal vez así tendrías tu rango de segunda luna superior de vuelta.

Akaza apretó los puños enojado. Odiaba a ese idiota, con toda su alma.

D: Bueno me quedaré contigo para que no te sientas solo *Se sienta frente a él*

D: Dígame Akaza-Dono. Cómo le va? A mi me va muy bien, todos los días atiendo los estúpidos problemas de mis seguidores y como mujeres ¡que por cierto son deliciosas!

Akaza trataba de mantener la poca cordura que le quedaba mientras escuchaba a Douma. Cada palabra que salía de la asquerosa boca de aquel demonio lo hacía querer arrancarse los tímpanos para no escuchar.

D: Y bueno yo no tenía nada que hacer así que-

A: CÁLLATE!! *Ya no pudo más y dejó sacar toda la ira que sentía en ese momento*

A: YA CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE!! NO PUEDES DEJARME EN PAZ POR UNA MALDITA VEZ EN TU MISERABLE VIDA?!

Douma miraba a Akaza con asombro, pues Akaza siempre mantenía su actitud sería, por muy enojado que esté siempre estaba serio. Está era la primera vez que Douma veía a Akaza gritar, sentía el odio salir por las palabras de su compañero. Sentía el odio venir del demonio rayado.

A: ACASO NI TE DAS CUENTA QUE TE QUIERO LEJOS DE MÍ?! TE ODIO MALDITO INFELIZ! PERO NUNCA SABRAS LO QUE ES EL ODIO PORQUE TÚ NI SIQUIERA TIENES EMOCIONES!! *Douma lo seguía viendo con asombro* ALÉJATE DE MÍ!! *Akaza empujó a Douma con fuerza y salió de la cueva, salió corriendo para buscar otro refugio del sol*

Douma se quedó solo en aquella cueva, seguía sorprendido por lo que pasó, de repente su corazón comenzó a latir con rapidez y sus mejillas las sintió calientes. Douma llevó una mano a su corazón y otra a su mejilla.

D: Qué es esto? Por qué tengo está extraña sensación? Acaso es... No, no puede ser eso, yo no tengo emociones. Pero...

La imagen de Akaza comenzó a invadir los pensamientos de Douma. Douma sentía su corazón latir con más fuerza tan solo con pensar en ese demonio, sintió su cara caliente. Douma cerró sus ojos y soltó un suspiro, y luego... Sonrió. Una sonrisa muy diferente a la de siempre, una falsa; aquella sonrisa era completamente sincera, una que reflejaba su "felicidad".

D: Akaza-Dono. No sé lo que hiciste conmigo, pero sea lo que sea. Me gusta mucho *Douma sintió que por primera vez en toda su vida había sentido algo, y no pensaba ignorar aquella nueva sensación que estaba sintiendo*

 Me gusta mucho *Douma sintió que por primera vez en toda su vida había sentido algo, y no pensaba ignorar aquella nueva sensación que estaba sintiendo*

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Amor entre demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora