No sabía que era este nuevo sentimiento ahora mismo, solo sabia que le hervía la sangre de rabia, era raro... Acaso él... ¿Estaba celoso?
Choso te abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en tu cuello mientras te abrazaba por la cintura apretandote contra él, no sabía experimentar muy seguido este sentimiento... Se inclinó hasta tu oído y susurró.
-Tu me perteneces
Sentiste unas manos alrededor de la cintura y un cuerpo apegandose al tuyo, miraste de reojo y viste a tu novio con una expresión ligeramente seria.
- ¿Uh? Choso, ¿pasa algo? -Le preguntaste, ya que era extraño que tuviera este tipo de comportamiento viniendo de él.
Su rostro se apartó de su cuello suspirando y te miró.
-Disculpa, no me gustó verte cerca de esa persona... El solo imaginarme tocandote me pone furioso...
-Oh, ¿celos? -Ladeaste la cabeza a un lado, su tono de voz era sincero pero raro a la vez, nunca lo habías visto así. Choso respiró hondo y asintió con la cabeza.
-Supongo... No he sentido esto antes
Sonrió tímidamente y te miró para luego mirar hacia abajo.
-Tranquilo mi cielo, no tienes de que preocuparte - Dijiste y te diste la vuelta colocando tu pierna entre los muslos de Choso haciendo presión en su entrepierna, sabías que esto lo pondría caliente y nervioso.
Se estremeció ligeramente al sentir tu pierna entre sus muslos. Su rostro se transformó en una expresión de sorpresa y placer al mismo tiempo, el rubor en sus mejillas era visible
-Q-Que haces... -Murmuró en voz baja mientras se cubría la boca con su mano.
-Sabes... Me está gustando verte celoso, eres aún más lindo así
Acercaste tu rostro al de él colocandolo aún más nervioso, sentiste su miembro levantarse a lo que sonreiste levemente. Choso, fascinado por lo que estaba pasando, sus ojos se abrieron cuando vieron tu rostro acercarse al suyo
-¿D-De verdad te gusta? -Su voz era ronca mientras tiraba de los tirantes de tu camisa lentamente.
-Claro que si, ¿por qué mentiría? -Sonreiste y lo tomaste de la mandíbula acercando tus labios hacia los suyos.
Tu voz era realmente excitante para él, su mano te bajó tu camisa dejando al descubierto tu pecho, tragó duro y suspiró.
-Me prende tanto verte así
Murmuraste lo que hizo que Choso soltara un quejido, te puso encima de la mesa con cuidado y se puso entre medio de tus piernas, sus manos comenzaron a bajar hasta tu pantalón el cual desabrochó con lentitud admirando tu cuerpo.
-Te deseo tanto... -Sus labios besaron tu cuello y mordisqueandolo suavemente mientras una de sus manos apretaba tu pecho ligeramente, te quitó el brasier y bajó su rostro hasta tus pechos, los cuales comenzó a lamer disfrutando cada momento.
Suspiraste echando tu cabeza hacia atrás mientras colocabas tu mano en la cabeza de tu novio acariciando esta con lentitud. Choso al escuchar tu suspiro te miró con ojos suplicantes mientras su mano bajaba hasta tu clítoris.
-Amor mio... Dejame- -Lo interrumpiste
-No preguntes, hazlo
Tu respuesta fue lo único que necesitaba para hacer lo que deseaba, su mano se apresuró en sacar su miembro de sus pantalones al igual que bajarte la ropa interior. Puso una mano en tu hombro y se inclinó hacia a ti, colocando su glande en tu entrada.
-Prometeme que serás mía, solamente mía -Su voz era exigente y firme pero con un tono dulce.
-Lo prometo Choso, con mi vida - Jadeaste abriendo tus piernas aún más.
Tu promesa fue la gota que rebasó el vaso, introdujo su miembro dentro tuyo de un solo empujón, sus labios se juntaron con los tuyos uniendolos en un apasionado beso mientras sus caderas se movían de atrás hacia adelante, apoyando ambas manos en la mesa.
Apretaste tu mandíbula y gemiste en voz baja mientras mirabas como el miembro de Choso se introducia en ti, pusiste ambas manos en sus hombros acomodandote. Tu movimiento hizo que solo su deseo aumentara haciendo que sus caderas se movieran más rápido.
La sala se llenó de gemidos producidos por ti y por tu novio, el cual estaba fascinado con los ruidos que hacías y que él te provocaba, nadie más lo igualaría.
-¿Me amas? - Dijo con dificultad gracias a los movimientos que hacia
Asentiste con la cabeza mientras cerrabas tus ojos extasiada por el placer que Choso te producía, aunque sus movimientos fueran rápidos aún así se aseguraba de que no te lastimara.
Colocaste tus pies de punta y te estremeciste debajo de él, haciendo que sus movimientos fueran más lentos pero profundos, le dió un escalofrío por su columna soltando un bajo gemido, dando a entender que había llegado al orgasmo.
Te miró con una sonrisa leve y se acercó a tu rostro tomandote por tus mejillas, besó tus labios apasionadamente mientras acariciaba tu cuello
