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• Contenido +18 • Maki Zenin
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Dejaste escapar un suspiro contra el pecho de Maki, te acurrucaste contra su pecho mientras tus piernas estaban entrelazadas con las suyas y buscabas su calor mientras no había nada en la habitación más que ustedes dos y la luz de la luna que se filtraba por la ventana de la habitación.
Tus respiraciones lentas y suaves, indicando que estabas durmiendo gracias a la calidez que te brindaba el cuerpo de Maki. Su mano jugaba con tu cabello, pasando sus dedos por tus suaves mechones. Tenía un brazo alrededor de tu cintura, manteniendote cerca de ella. Los ojos de la Maki permanecieron abiertos, mirando al techo en silencio. Su expresión era suave, pero su mente seguía hundida en sus pensamientos.
Te diste la vuelta, acomodandote en la cama, dandole la espalda a Maki mientras ella volteaba el rostro para mirarte en silencio, soltó un suspiro y se acercó a ti.
El silencio de la habitación fue interrumpido por un bostezo de Maki. Intentó ponerse cómoda, pero el calor comenzaba a inquietarla tanto que no podía dormir.
La mente de Maki se remontó a lo que había sucedido hacía apenas unas horas. Todavía estaba fresco en su mente, la sensación de piel contra piel, labios contra labios, el sonido de suspiros y gemidos bajos y necesitados en la oscuridad. Pensar en ello hizo que una sensación caliente y retorcida revoloteara en su estómago, y inconscientemente te acercó aún más, enterrando su rostro en tu cuello.
Maki te dió un beso en la nuca, sus labios se detuvieron en la piel suave y cálida y su mano continuó vagando por tu muslo, su toque se volvió cada vez más audaz.
-Mmm... ¿Maki? - Susurraste en un tono ronco, tus ojos algo cansados y adormilados.
Maki soltó un zumbido en respuesta, sus labios acariciando tu hombro mientras su mano apretaba ligeramente tu muslo.
Su mano encontró el camino hacia tu estómago, sus dedos se extendieron sobre tu vientre, bajando lenta pero segura.
Jadeaste ante esto, tu cuerpo rápidamente comenzó a despertar por el toque que sentías, tus caderas se contrajeron en respuesta.
Tu suave jadeo le provocó un escalofrío en la columna a Maki, y la sensación de su cuerpo presionado contra el tuyo le hizo dar vueltas la cabeza. Los dedos de Maki continuaron moviéndose, ahora empujando suavemente debajo del borde de tus pantalones holgados, su toque era suave y lento mientras exploraba más abajo.
-Maki... Vengo recién despertando... - Dijiste bajo mientras tratabas de tomar su muñeca-
-No me importa... Quiero otra ronda- Susurró contra tu oído y se apretó contra ti-
Maki deja escapar un suspiro suave mientras su mano finalmente se desliza por debajo del borde de tus pantalones, sus dedos rozando la suave y cálida piel de tus caderas. Podía sentir el calor y la humedad que ya se acumulaban entre tus piernas, una embriagadora mezcla de deseo.
Abriste los ojos al sentir sus dedos casi provocandote, te mordiste el labio y soltaste un gemido, Maki se queda sin aliento al oír tu gemido, un tono bajo que le hace dar vueltas la cabeza. Con un movimiento de muñeca, desabrochó tus pantalones y deslizó la mano por debajo de la tela, tocando ahora la suave y cálida piel de la parte interna de su muslo.
-Quiero oirte gemir de nuevo para mi, ___, quiero hacerte correr nuevamente- Sus dedos subieron hasta el calor de tu entrepierna, podía sentir la humedad en tu ropa interior y frotó la yema de sus dedos contra la tela.
-Ah, No hagas eso- Gemiste nuevamente y echaste la cabeza hacia atras-
Levantó la cabeza para besar tu hombro.
-Tu cuerpo lo pide, no te hagas la difícil- Sus dedos se metieron en tu ropa interior y acarició tu clítoris con suavidad-
-Mmm... Bien.... Esta bien- Susurraste con voz temblorosa-
Maki sonríe con malicia, sabía que dirías eso.
-Bien, porque en serio necesito sentirte-
Sus dedos comenzaron a moverse alrededor de tu clítoris con rapidez, tu cuerpo se estremeció ante la rapidez de sus dedos y comenzaste a soltar pequeños gemidos, sus caderas se apretaron contra las tuyas, soltando un suspiro contra tu oído.
Tus dedos buscaron su muñeca y la apretaron suavemente, acariciaste sus nudillos con el pulgar, agradeciendole en silencio por lo que está haciendo.
Maki siente tus dedos envolviéndose alrededor de su muñeca, el suave toque de tu pulgar contra su piel hace que su corazón se acelere. Baja la mirada hacia tu mano y se queda sin aliento ante el silencioso gesto de gratitud.
Sus dedos siguen moviéndose, sus labios acariciando tu cuello y sus piernas siguen entrelazadas con las tuyas, soltando jadeos contra tu oído. Observó como tu cuerpo comenzaba a temblar, conociendo aquella reacción y sonrió nuevamente.
Sus dedos se movieron con fuerza y rapidez, tus gemidos no paraban mientras cerrabas los ojos, disfrutando de la atención de sus dedos en tu intimidad.
Ella presiona su boca contra tu cuello, su lengua lamiendo tu carne, su aliento caliente y entrecortado.
-Quiero verte correrte-
Tu respiración se vuelve aún más agitada mientras Maki sigue tocandote, tu mente da vueltas, tu cuerpo se somete por completo al tacto de tu amante. Tus caderas se mueven involuntariamente, buscando más de esa dulce fricción, tu cuerpo tiembla de placer.
-Vamos ___, correte para mí- Repitió-
Intentaste hablar, pero tus palabras eran interrumpidas por gemidos y jadeos.
Los dedos de Maki siguen moviéndose, su toque se vuelve cada vez más urgente, queriendo llevarte al límite, tu cuerpo respondió, arqueando la espalda.
-¡M-Maki...! - Gemiste mientras cerrabas los ojos con fuerza y finalmente llegabas al clímax, consigues por fin calmar tu respiración y los temblores de tu cuerpo van deteniendose poco a poco. Miraste a Maki, tus ojos llenos de una mezcla de felicidad y satisfacción, tu cuerpo completamente saciado y relajado.
Maki deposita un beso en tu mejilla y saca sus dedos de tu ropa interior, satisfecha de tanta acción... Por ahora.
