Pasión Prohibida -FANFIC Jude Bellingham

24. Ver Caer El Mundo

—Buenos días chicos —sonrio y entro como cada mañana a Valdebebas

—Ay holaa mis lesionados —los abrazo

—Jefa cuanto tiempo, hemos venido al reconocimiento médico y a seguir con la recuperación aquí, nos veremos mucho ahora—dice Vini

—Ay que bien me alegro mucho, recuperaos pronto chicos —asiento

—Vicky esta dentro jefa por si quiere saludarla —me dice Camavinga

—Ay sii —sonrio y voy dentro

—Stellaaa —me viene a abrazar y le sigo el abrazo

—Que tal Vicky? Oye ven y nos tomamos un café en el despacho vente —asiento y voy con ella

—AMO tu despacho es tan it girl y tan icónico todo, normal que seas la jefa —dice Vicky sentándose

—Muchas gracias —voy a la máquina de café y le doy el suyo calentito igual que el mio

—Oye que ya me dijo Cama lo tuyo con Jude pero que no voy a decir nada tranquila —me dice Vicky

—Ay mil gracias —asiento

—Y que tal con Jude? En una nube no? —pregunta Vicky tomando su café

—La verdad que si, es el amor de mi vida, y ojalá pudiéramos decirle al mundo que nos amamos pero las reglas del club y de mi contrato me lo prohíben, es como una pasión y un amor prohibido —le digo bebiendo de mi café

—Nunca habíamos visto a Jude tan feliz desde que fichó por el Madrid, creo que cuando te conoció fue su segundo mejor día de su vida —dice Vicky

—Yo la verdad me resistí a sentir lo que sentía por el tema de que el estaba saliendo con Maria, pero aunque lo intentará era más fuerte que yo el sentimiento —le explico

—My love —entra Jude

—Hablando del rey de Roma tranquilo cama me lo dijo —dice Vicky.

—Oh no sabía que estabas ocupada —me dice Jude y me besa

—Estamos tomando café poniéndonos al día no te preocupes si queréis os dejo solos —dice Vicky

—5 minutos solo, five —dice Jude

—Anda tortolitos os dejo —rie Vicky y sale cerrando la puerta

(...)

Estamos en nuestro momento más romántico y un poco Hot a la vez, me encuentro sentada en mi mesa fundiendome en los labios de Jude, y el llena de besos mi cuello

Cuando sabíamos que el momento iba a llegar....

—Señorita Stella! —dice un hombre de la junta directiva del club

Nos separamos rápido, y me bajo de la mesa colocando bien mi camisa, junto a los botones y metiéndola por dentro de mi falda, aparte de peinarme el cabello.

—Fue mi culpa —dice Jude dando la cara por mi

—No jude, no dejaré que te eches la culpa por mi, señor hemos sido los dos, porque nos amamos —le digo sería

—Venga ahora mismo a mi despacho señorita porque esto es una falta muy grave, y puede usted ser socia de la junta pero no le da derecho a esto —me dice molesto

—Hablaré con Florentino, hablaré con quien sea —me dice Jude y sostiene mis manos

—Jude sabíamos que esto iba a pasar —le digo con los ojos llorosos

—Me niego a que esto termine —dice Jude

—Jude debes volver con los chicos —dice Pintus

—Ya va, yo ya he terminado —paso por su lado y intento secar mis lágrimas ya que se lo que me espera.

(...) 

—Recoga sus cosas, usted era socia de este club pero ya no lo es, hablaré con Florentino para decirle la falta tan grave que acaba de cometer —me dice el señor de la junta directiva

—Lo único que hice fue amar —hago una pausa para contener mis lagrimas—lo siento si amar es un pecado —cogo mi caja y no me dejan ni despedirme de nadie 

—Entonces el presi no está? —dice Jude

—No tío esta de viaje por? —dice Brahim

—Fuck —maldice Jude 

(...) 

22.00 de la noche 

En la noche, decidí ir donde jude para hablar con el y decirle que no me iba a dejar vencer y que quería luchar por lo nuestro. 

Estoy decidida a todo por el, si así será, quiero formar el hogar con el y con mi hija, llego a la casa de Jude y me arreglo mi cabello, retoco mi labial. 

Y justo la persona que me abre la puerta no es Jude... 

—Ay hola Stella qué tal —dice Maria con el pelo revuelto 

Llevaba puesta la camiseta que yo le regale a Jude, y solo llevaba eso nada más, se reconocer de que venía de hacer. 

Ahora mismo me siento una imbécil, yo estaba dispuesta a dar todo por Jude y así me lo paga? Que fácil se le hizo reemplazarme parece 

—Adiós no estuve aquí —camino hacia mi coche en lágrimas y con un dolor en el pecho 

—Pobre imbécil, Jude Jude Jude, si no me hubieras aceptado ese vaso de agua, ni modo te tuve que dormir, jamás sabrá que no pasó nada, porque tu no recordarás mañana que no pasó nada entre los dos —dice Maria acariciando la piel de Jude el cual estaba dormido