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Ciudad de México, México.

Dante seguía molesto. Lo podía intuir. Ya que en todo el fin de semana no había tenido noticias del rubio. Tampoco es que ella hubiera estado tan insistente por contactarlo. De hecho su mente no había estado tan interesada en el. En cambio su cabeza repasaba una y otra vez la conversación qué había tenido el viernes por la noche con Lauren Jaurriett.

La joven ojiverde le había contado tantas de sus aventuras en sus internados en Estados Unidos y Madrid, dónde había dividido su adolescencia. Así como sus más recientes años universitarios en Londres.

Era una mujer extrovertida, divertida. Era consiente de sus privilegios y se aprovechaba de ellos. Tenía una vida de lujos y exentricidades. Su padre había sido Secretario de Economía, y asesor de distintos gobiernos del país. Por lo que el dinero nunca fue una excusa. Su madre también venía de una importante familia. Y por más de que su padre se empeñaba en tener mano dura con ella, a raíz de sus travesuras. Lo cierto es que la mensualidad nunca falto. Tampoco automóvil del año, ni la renta en su precioso departamento en Kesington. Y cada cumpleaños, ropa de marca y bolsas de diseñador como obsequios.

Era imposible que alguien sintiera lastima por ella. Y Camila no lo sentía, pero si sentía cierta compasión al saber que esa era la forma en que sus padres habían querido llenar el vacío qué ellos mismos le provocaron. Y de ella la forma en que tenia de llamar su atención por medio de escándalos.

Bueno, no es que estudiará psicología, pero no era difícil intuirlo.

Igual no había podido dejar de pensar en nada que no fuera relacionado a la hija del Presidente del México.

Pero todo eso fue interrumpido cuandounas manos fueron posadas en sus hombros. Sobresaltandola y asustandola un poco. Pero al escuchar una ligera risa de Dante, reviro los ojos.

-"Bien flaca, creo que ya te hice sufrir mucho. Así que ya vine a que te disculpes conmigo" Dijo Dante mientras se sentaba a un lado de la castaña.

-"¿Pedirte disculpas yo? Si, aja Dante, esperalas sentado." Respondió Camila mientras le mostraba el dedo medio al rubio. Qué lejos de ofenderse le causó gracia.

-"No, ya enserio flaca. Creo que exagere. Todos bebimos, estabamos en ambiente y pues se pudo malinterpretar." Explico el novio modelo mientras tomaba su mano. Camila no estaba tan convencida, pero en lo que si estaba de acuerdo, es que habían exagerado ambos las cosas.

Camila suspiro y asíntio.-"Esta bien Dante, olvidémoslo. De todos modos tu prima es increíble, antier estuve platicando un poco con ella en Galantis" Informo Camila queriendo no mostrar el entusiasmo qué realmente causaba aquel hecho en ella. Tampoco le contaría qué fue más que un poco lo que hablaron. Si no qué prácticamente se habían pasado toda la noche juntas. Y ella pensándola el resto del fin de semana.

Dante simplemente asintio. Al final del día que su novia y su prima a la que consideraba una hermana, se llevarán bien era sin duda estupendo. Pero por alguna razón tenía una mala sensación acerca del nuevo acercamiento de esas dos. -"Solo ten cuidado con Lau, creeme que la adoro, pero eso no evita qué no sepa como es" Mencionó advirtiéndole a la ojimarron que entrecerro los ojos llena de curiosidad.

-"¿Y como es?" Se apresuró a preguntar Camila, el rubio se aclaro la garganta antes de responder.

-"Lleva una vida un tanto alocada, por no decir irresponsable" Contesto recordando muchos de los comportamientos de su prima de los cuales no estaba de acuerdo. -"Bebe en exceso, acostumbra rodearse de personas con no muy buena reputación, además qué muchos la describirían como puta" Reflexionó odiando su último comentario, pero no por eso dejando de ser verdad. Su prima llevaba una vida sexual muy notoria en Europa, por decir lo menos.

Tú Piel y Mi Piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora