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¿Cuál dices que es su nombre?
Siento que está jugando conmigo, decido levantar mi mirada.

— Chishiya Shuntaro —
Me dedicó esa sonrisa... esa sonrisa tan desconcertante.

— ¿Que tiene de interesante? ¿Por que me lo mencionas? —
El tiempo siempre pasa lento aquí, me gusta perder mi tiempo pero con cosas que valgan la pena.

Mi mente divaga el tiene que traerme de nuevo a la realidad.

— Es muy interesante, deberíamos traerlo a la playa, pero si de verdad quieres saber la razón deberías ir a verlo, su visa está por acabarse —

Mi mano siendo azotada contra la mesa resonó por toda la habitación, me había levantado y caminado hacia el. Mi mirada lo juzga deseando saber que planeaba.

— Te lo advierto boshiya, si haces que pierda mi tiempo, te matare —
Susurre en su oído para salir de aquella sala.

Mi cabeza da vueltas, creo que podría vomitar, el dolor punzante que me recuerda las consecuencias de mis actos.

A penas y puedo ver, me arrastro guiándome sobre la pared.

Buscando esa puerta de metal tan frío que con solo tocarlo sabes a donde te guiará.

En estos momentos él laboratorio de Ann se volvió mi objetivo, entre sin preguntar. Tan frío y oscuro como siempre, haciendo que mi estómago se revuelva por el olor que desprende aquel lugar que nunca me había gustado visitar.

— Primero que nada por favor dime qué no has puesto un cadaver en donde se encuentra mi culo ahora —

Un leve suspiro y mis ojos cerrados eran mi esperanza para tener calma en ese lugar.

— ¿Otra vez? — susurró frustrada.
Tomo de manera delicada mi rostro, sus manos estan frías pero no tanto con las mías.

Odiaba tanto que se preocupara así por mi.

— Tienes los ojos inyectados en sangre otra vez —
Su tono de voz preocupado en ocasiones me agobia.

Aparte sus manos de mi rostro.

— Por Dios Ann no es como si nunca me hubieras visto así. —

— Kazu...—

Mi mano en su boca la hizo callar, sus ojos me suplicaban perdón.

— ¿Cuantas veces te he dicho que no te atrevas a llamarme así? Mi nombre es Lilian ¡Lilian! —

¿Por qué Ann? Porque conmigo no eres fría, preferiría que me ignoraras.

Preferiría tu indiferencia y que me dieras esa mirada que hace a todos temblar.

Quito mi mano de su boca, despeinando mi cabello, cansada de la situación.

— No sé cómo no has muerto de una sobredosis, nunca te he visto sin estar drogada —

Rodé los ojos, ¿ya mencioné que siempre parece demasiado preocupada?

— Mmmmmm por lo menos hoy no, no moriré, necesito estar consciente —
Susurre a lo bajo.

Dije caminando por su laboratorio, curioseando todo lo que había en el. Y tomando una que otra cosa.

— ¿Piensas drogarlo hasta matarlo? O ¿la jeringa es para ti? Sabes que puedes tomar las que quieras, solo no olvides sacarlas de tu brazo. — susurró.

La miré curiosa, por la manera en la que hablo parecía una súplica.

— Lo que tú ordenes Ann, yo me retiro. Este lugar comienza a agobiarme —

¿DRUGS? - Chishiya Shuntaro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora