꒰OO3꒱ ;; Maple.

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『••✎ Ship;; Seigen x Jyobu

『••✎ Temática;; Fluff? (A su extraña manera)

『••✎ Arte de la multimedia por: abinoFA en twitter (X)

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— ¡Arima-kun!

Seigen conocía perfectamente la entonada con la que su nombre fue anunciado. Respondiendo de forma casi automática.

— Lárgate. 

— ¿Ah? Ni siquiera te he dicho nada aún. Tal vez tu ingesta de azúcar no ha sido la adecuada últimamente — como no podía ser de otra forma por parte de Jyobu, no tardó ni cinco minutos en mencionar el azúcar, obsesión que Seigen ya estaba empezando a cuestionar que fuera algo normal. Si es que existía algo normal en Jyobu Jikuin.

— Cállate, no estoy interesado en consumir excesos de azúcar diariamente hasta que me dé un infarto — sin embargo, su respuesta no desanima al hombre más alto. 

— El azúcar no es algo malo, Arima-kun. No si se consume de forma correcta. 

Seigen no era ningún experto, pero no era para pensar que consumir leche condensada directamente de una botella fuera un consumo correcto. 

Llega un punto en que Jyobu parece empezar un monólogo sobre su dulce y peculiar obsesión, así que no le queda de otra que interrumpir nuevamente y ceder a lo que sea que llegó el de lentes en primer lugar.

— Solo di qué quieres, joder. 

No se ocupaba ser un genio para saber que Jyobu sonrió apenas oyó sus palabras ya estaba sonriendo, tal vez no tan alegre como le gustaría dado a su mala actitud, pero Seigen no pensaba darle ése placer a Jyobu, al menos no aún.

De su abrigo, observó cómo el hombre había sacado un recipiente parecido al que solía llevar con leche condensada en él, solo que esta vez el contenido era evidentemente diferente.

— Maple.

— . . . ¿Y éso qué?

Que molestia.

— ¡Oh, vamos Arima-kun! Me gustaría mucho compartirlo. Es reciente y no lo he abierto por nada — el hombre sujeta la botella de forma extravagante frente al rostro de Seigen, dándole un ligero déjà vu. Solo que esta vez, decide tomar la botella entre sus manos y abrirla, ante la sonrisa maníaca de Jikuin. Ese idiota está complacido de ver como cede ante una de sus peticiones incomprensibles y hasta cierto punto, innecesarias. Aún así lo hace, no cambia nada el hacerlo y le resta importancia.

— Está muy dulce.

— ¿No es genial? — responde como si fuera muy obvio. Seigen gruñe con molestia, la sonrisa satisfactoria y única de Jyobu sigue presente, pero no surge una necesidad de borrarla, como suele suceder con las sonrisas de superioridad de Rindo. 

— . . . Sí, sabe bien dentro de lo que espero, supongo. 

Aunque aparta la mirada, puede sentir como la sonrisa de Jyobu se suaviza de una forma extraña. No podía esperar nada normal de él, ¿Cierto?

— Me alegra oír eso, Arima-kun — inclina ligeramente su cabeza hacia el contrario, quedando relativamente cerca ambos rostros, solo para terminar tomando el recipiente con el jarabe nuevamente entre sus manos —. En ese caso me aseguraré de traer uno para tí a la siguiente vez. 

Jyobu sonríe y Seigen no hace más que fruncir el ceño con incredulidad.

 —Me lleva. . . 

❝ 𝐋𝐨𝐬 𝐛𝐨𝐬𝐪𝐮𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐫 𝐚𝐛𝐮𝐫𝐫𝐢𝐝𝐨 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora