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Jimin terminó de hacer sus compras para aquella sorpresa que le tenía Jungkook, le hacía un poco de gracia su mentira solo para hacerle un regalo de este tipo, pero para él era la mejor idea. En el transcurso del tiempo, recibió el mensaje de Yoongi, avisándole que ya estaban lejos de su apartamento; en verdad quería que todo saliera bien.

Y bueno, se encontraba frente a la puerta del apartamento de su casi amado, agradecía mucho a Yoongi por ser cercano a Jeongguk, por que gracias a él pudo ingresar el código de la puerta para poder ingresar. Ya estando adentro se puso manos a la obra, todo estaba completamente limpio, así que solo empezó a colocar las decoraciones; unas bellas flores artificiales que coloco en un jarrón, asimismo, acomodó el pequeño pastel de chocolate y fresas en el centro de la mesa, de acompañamiento de dos platos, dos copas y champagne. Por último colocó una pequeña cajita, donde se encontraban aquellos anillos, todo se veía muy lindo, al menos para su gusto, sencillo pero bonito.

Estaba emocionado y feliz, hasta que llegó de vuelta el mensaje de aviso de Yoongi, tomó la caja de macarons que también compró en la pastelería, solo porque quería darle la bienvenida con algo rico. Fue con gran velocidad a la puerta esperando a que aquel pelinegro entrará. Escuchó como alguien marcaba el código entonces ahí fue donde su corazón parecía latir con mucha más rapidez; la puerta finalmente se abrió y rápidamente ambas miradas se encontraron, Jungkook estaba atónito mirando a Jimin quien solo sonreía tiernamente.

— ¿Te quedarás solamente mirándome?

— Jiminie... —El más alto fue hacía el mayor, abrazándolo con cuidado de no tirar aquella caja que sostenía entre sus manos. —No entiendo... ¿Qué es todo esto? ¿Cómo es que estas aquí?

Jimin soltó una risilla ante lo confundido que se encontraba el adverso pero agarró uno de los macarons poniéndolo en la boca ajena—Quería hacerte una sorpresita.. Y aquí estoy, todo fue con ayuda de Yoongi.

Jungkook comió aquel snack y suspiro—Con razón de la nasa quiso salir a comprar algo, pero estoy feliz de verte.

—Yo igual, Ggukie.

...


Ambos chicos seguían en su pequeño festín, hablando, dándose uno que otro cariño, besos; simplemente eran ellos en su propia burbuja.

Jungkook tuvo curiosidad sobre la cajita de regalo que se encontraba en la mesa así que preguntó por ella.

Jimin extendió aquella cajita—Ábrela, es parte de todo esto.

Y sin decir nada más lo hizo, dando a visualizar aquellos anillos, los ojos de Jeongguk brillaron de la felicidad interna, aunque también se notaba por la linda sonrisa que adornaba en su rostro.

—Esto...no sé que decir—Jimin agarro aquellos anillos y los colocó en el dedo pulgar de el, y de Jungkook.

—Solo quise tener este detalle en ambos Y... pedirte disculpas—tomó las manos de su pareja mientras fijo su mirada en el—Sé que mi decisión de terminar nuestra relación antes fue la decisión más inmadura, porque no debió ser así, nunca, y no quiero imaginar como la habrás pasado tú, Jeongguk.

—No tenías porque disculparte, Mimi, pero ¿sabes algo? nunca deje de amarte, jamás pienso dejar de amarte, así que por favor, estemos juntos para siempre.

Esas palabras fueron el boom para que aquella pareja se fundiera en un cálido y apasionante beso, sin intenciones de más, un beso donde se transmitía el amor que ambos se tenían; sin duda ambos estarían juntos por siempre, sin importar qué.

Además, Jungkook se dio cuenta de una cosa... su plan de conquista nunca fue necesario para conquistar a Jimin, pues esa conexión entre ambos nunca había dejado de existir.

: Plan of conquest | Kookmin! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora