Mi estómago se revolvía, mi corazón amenazaba con salir y buscar a alguien mejor. Como era de esperarse la culpa pesaba sobre mis hombros, susurrando en mis oidos lo culpable que era. No, era mi conciencia, era esa razonable voz que relataba cada uno de mis pecados.
-Ay Lauren, tu eres el ángel aquí, n-no yo.-susurré buscando la segunda carta.
Sin duda la abrí:
22 de Enero, 2015:
"
¿Porque?.
Hoy te he encontrado marcas en el cuello, ¿que has hecho? ¿encontraste a otra? ¿Ya no soy especial para ti? ¿Se acabó tu amor hacia mi?.
No sabes como me sentí, fue como si me hubieran golpeado en el corazón a mitad de una cirugia, todas esas mariposas que siento dentro de mi cuando estoy cerca de tí se murieron, sus alas se rompieron generandome ganas de vomitar, no sé como explicartelo... Me sentí triste, devastada, inútil. Por favor, dime que aún me amas, que aún soy tuya, o por lo menos besame como antes...
Sólo son ganas de llorar, nada más, no sé que hacer para que me digas que me amas, lo eres todo para mi, absolutamente todo, ¿alguna vez fuí eso para ti? ¿O solo soy diverción y sexo?.
Sé que jamás responderás mis dudas, o tal vez lo hagas con el tiempo, sinceramente espero que sea la ultima, como si fuera un borron y todo sea felicidad de nuevo.
¿Que estoy diciendo? Ni siquiera tengo sentido de lo que escribo, claramente solo estas agotada, esa marca en tu cuello debe tener una explicación, tienes mucho trabajo ángel, claramente no has descanzado. Solo debes relajarte, tomar un respiro ¿te gustaría ir a la playa mi vida? ¿o prefieres el parque de diversiones?.
Perdón por mis estúpidas ideas, no sé en qué estaba pensando.
Te ama con toda su vida Lauren."
