Capítulo I

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El sudor baja por mi frente y el dolor me marea; siento como su mano aprieta mi mano pero luego me doy cuenta de que soy yo la que esta apretando su mano. Las enfermeras están a mi alrededor, unas secando el sudor de mi frente, otras asegurándose de que mis niveles no suban o bajen de demasiado. Hay dos doctores intentando sacar a mi bebe de mi con mucha cautela, intentando sacarnos a ambos vivos de esta experiencia.

Miro a Tony que me mira con cautela, los doctores y enfermeras lo estaban atacando para salir pero yo grite para que lo dejaran. No puedo hacer esto sin el, y se que el también quería estar aquí conmigo. No quería dejarla en ningún momento en este embarazo porque esta puede ser la ultima vez que me ve a mi o a nuestra única hija.

Los doctores me siguen preguntándome que puje pero siento que no puedo, estoy cansada. Pero lo sigo intentado, agarrada de la mano de mi esposo y deseando lo mejor para mis hijos. 

-Vamos mi amor, tu puedes -Tony arregla mi cabello que esta sudoroso y acerca su frente a la mía, cierro mis ojos dejándome llevar por su toque.

-Puedo ver la cabeza, un poco más y terminamos- Puedo sentir como los doctores comienzan a ponerse nerviosos por las miradas que comienzan a darse y eso también me inquieta- Vamos, Sarah. Un poco más

Siento mis lagrimas comenzar a bajar por mis mejillas, no pude obtener la epidural porque podría afectar más el parto así puedo sentir cada dolor que lleva el parto.

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Después de unas largas horas de parto me despierto en la habitación de hospital. Mis ojos duelen al intentar abrirlos y mi cuerpo duele mucho como si me hubiera pasado un camión por encima varias veces. Siento unos suaves pasar por mi la sensible piel de mi brazo y aunque duele me siento mejor al ver a mi esposo.

-Despertaste mi amor ¿Como te sientes? -Su voz es suave y tranquilizadora, el esta justo a mi lado sentado en el sofa de la habitación

Nunca pensé que nosotros terminaríamos teniendo un bebe, nos conocemos desde que comenzamos la escuela, fuimos amigos por años y no comenzamos a salir hasta nuestro ultimo el año de preparatoria. Y ahora míranos, tenemos dos años de novios y un bebe con nosotros que nos traerá más felicitada.

-¿Donde esta? ¿Donde esta nuestra bebe? -Pregunto, comenzando a preocuparme al no verla en la habitación.

Mi corazón comienza a latir rápidamente cuando me encuentro con lo ojos de Tony, se ve triste y verlo así me asusta. El no es de demostrar sus emociones tan fácilmente. Le cuesta un poco abrirse a las personas y aunque hemos estado tanto tiempo juntos todavía le cuesta demostrarme cuando esta triste, con miedo o otro sentimiento. Sabíamos que podría haber un momento en el que el debería decidir entre mi y nuestra hija pero el nunca demostró estar nervioso pero ahora puedo ver esos sentimientos en sus ojos y eso hace que me duela el estomago.

-¿Que paso, Tony? ¿Que le sucedió a mi hija? -Me intento levantar de la camilla aunque todo mi cuerpo duele pero no puedo pensar en eso, solo pienso en mi hija, nuestra hija.

-Tranquila, tranquilízate mi vida -Tony intenta agarrarme contra su cuerpo, tomando mi espalda con su brazo y atrapando mi cabeza en con su mano para ponerla en su pecho- Por favor tranquila.

-No, mi hija -Intento gritar pero el dolor no me dejo- ¿Adonde esta mi hija?

De la nada escucho la puerta abrirse y siento como diferentes brazos atrapan mi cuerpo, intento golpear, patear pero no puedo y eso me da tanta impotencia por no poder llegar a mi hija y eso me hace llorar.

-Sarah, mi amor -Escucho la voz de Tony y esta me obliga abrir mis ojos, sus ojos están aguados. Su cabello esta desordenado, y su respiración es rápida y desordenada- Los doctores están haciendo lo que pueden pero no tienen muchas opciones.

Mis labios tiemblan, mi mundo comienza a caerse delante de mis ojos. Todo mi embarazo fue difícil, tantas consultas. Tuvimos que prepararnos a la idea de que podríamos perder a nuestra hija pero no es lo mismo, ahora se siente tan real y eso duele tanto.

Lloro, lloro todo lo que tengo dentro. No puedo creer lo que esta pasando, espere tanto este momento; con la diferencia de que soñaba con tenerla en mis brazos, poder verla y cuidarla pero ella no esta aquí, y puede ser que no la criemos como lo planeamos. Puede ser que no podamos preocuparnos por las cosas que los padres se preocupan cuando tienen a sus bebes, duele tanto la idea de no tenerla aquí con nosotros.

Después de unos largos minutos de llorar en los brazos de los doctores Tony me toma en sus brazos y me abraza fuertemente. Sus brazos relajan un poco mi corazón y su respiración relaja la mía. El se deja caer sobre la camilla conmigo en sus brazos drenando mi sufrimiento de mi cuerpo dejándome sentirme tan relajada que me quedo dormida en sus brazos con mis ojos llenos de lagrimas.

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-Les daremos unos momentos para estar con la bebe antes de desconectarla -Tomo el aire sale de mis pulmones, mis labios están resecos y todo mi cuerpo esta temblando-

Miro a Tony el cual tiene los ojos rojos reflejando el dolor de su alma y el me mira a mi. Sus brazos se enredan en mi cintura. Hemos estado llorando todo el día y solo ahora no han dando la noticia de que nuestra hija no podrá lograrlo. Todos sus problemas de salud ganaron la batalla, su pequeño cuerpo no puede soportarlo y ella no logrará sobrevivir más tiempo.

-Lo siento mi amor, lo siento tanto -La voz de Tony es suave y tan baja que se me arruga mi corazón. Dejo caer mis manos en su pecho intentando aguantar mi lagrimas. -Nuestra bebe.

-Lo sabíamos -Digo con cortes en mi voz como si cristales estuvieran bajando por mi garganta- Pero duele tanto, no podremos ver a nuestra bebe crecer.

Tony deja un beso en mi frente tomando mi cara en sus manos, estuvimos así por un momento; en sus brazos el dolor se convierte en nuestro dolor y eso relaja mi cuerpo.

-Permiso, el cuarto esta preparado y pueden pasar -El doctor sale de la habitación y nosotros lo seguimos.

El camino se siente largo, los nervios de ver a mi bebe y después no poderla ver otra vez esta a flor de piel. No se como voy actuar al verla; como se puede conocer a alguien y perderlo tan rápido. Amarlo tanto y no poder estar con ella. No tener el tiempo de verla crecer, de conocer el mundo. Como se debe superar eso, esperarla por tanto tiempo y ahora deber de decir adios. Como yo puedo hacer eso.

El ruido de una puerta abriéndose me saca de mis pensamientos, el doctor nos mira con ojos de pena y nos indica entrar a la habitation, entro y el lugar es lugar oscuro. No se como pero corrí hasta su pequeña incubadora. Ella esta allí, su ojos cerrados, su pequeño cuerpo sin moverse. Muchos tubos alrededor de su pequeño cuerpo casi escondiéndola de mi. Mis manos se posan sobre la incubadora viéndola y vuelvo a sentir las lagrimas caer, no tengo fuerza para decir nada solo lloro. Tony también llora a mi lado abrazándome con uno de sus brazos, dejando su otra mano sobre la incubadora. No puedo dejar de llorar, ni siquiera cuando escucho ruidos a mi alrededor, Cuando las enfermeras entran informándonos que se deben llevar a la bebe, no dejo de llorar cuando se la llevan y sigo llorando cuando al escuchar el sonido de la puerta mi corazón se rompe en pedazos. No me dejaron tocarla solo se la llevaron. Mi bebe murió frente a mis ojos y yo no pude tocarla. Darle un beso, y hablarle. No pude hacer nada porque me detuve a llorar y no reaccioné.

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