MONÓLOGO 1

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¿Por qué el coche no arrancaba?
Eso yo me preguntaba;
pero antes de darle voz a mi pensar,
el copiloto rompió el silencio para hablar.

Aunque a mi desagrado,
las palabras que salieron de su boca,
corrientes por si solas
en contexto eran tristes y abrumadoras.
Además yo con solo ocho años,
lo tomé aún peor que ahora.

En el momento exacto en el que finalizó
mis ojos decidieron tirar las lagrimas,
dejándolas correr por mi rostro
hasta el suelo llegar.

El mensaje ya había sido dictado
y en mi cerebro quedaría atrapado,
porque al enterarme de esto
no había manera de retroceder en el pasado.

Este mensaje más específicamente era de luto,
¡De muerte, de muerte eral el mensaje del copiloto!

La muerte de una gran persona que recuerdo con mucho cariño,
pero aunque triste fuera el momento,
tampoco es algo que persiga mi vida,
porque he aprendido a dejar marchar
 las cosas que quieres,
para que puedan ser libres y puedan volar en el pensar.

(este fue mi primer escrito)

 

Los textos de las fundas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora