capítulo 7

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   Los gemidos de esa chica se escuchaban hasta su oficina. Y eso que el se encontraba al final del pasillo. Las cuerdas vocales de esa chica deben ser fuertes.

Taehyung rodo los ojos, molesto.

Trato de concentrarse en los papeles que tenia en manos. Tenia un caso muy importante el cual requería toda su atención.

Pero no podía concentrarse cuando a dos habitaciones Jungkook estaba teniendo sexo con alguien. Sus gemidos le molestaban.

Los vio a ambos entrar a la casa a hurtadillas. La chica era una omega de cabello rubio y estatura media. Ambos estaban vestidos con sus uniformes escolares.

A Taehyung le sorprendía la manera en la que Jungkook era capaz de aprender italiano tan rápido solo para conseguir un polvo.

Luego de unos minutos los gemidos cesaron. "Ya habrán terminado."- pensó Taehyung.

Se levanto se su asiento y se peinó los cabellos hacía atrás. Camino hacia la puerta y salio de su oficina, bajo la escalera y se dirigió a la sala. Se sirvió una copa de vino y se sentó en el sofá individual gris frente a la pequeña mesa en el centro.

El lugar donde estaba le daba una vista perfecta de la puerta principal. Esperaría el momento en que Jungkook y su conquista salieran de la habitación.

Saco una cajetilla de cigarrillo de su traje, y tomo un cigarro. Lo encendió y le dio una larga calada.

Para Taehyung la vida aveces puede ser un poco estresante. Pero no hay nada que unos cilindros de nicotina no puedan arreglar.

Luego de unos minutos ve como Jungkook junto con una omega se acercaban a la puerta principal siendo cautelosos.

Al cruzar el umbral de la puerta, la omega voltea y se inclina en sus zapatos para alcanzar los labios de Jungkook y juntarlos en un casto beso de despedida.

- Chao, ci vediamo domani. - se despidió la rubia.

- Adiós Amanda. - dijo para segundos después cerrar la puerta.

En su camino a la escalera escucho la voz de Taehyung proveniente de la sala llamando por su nombre.

- Jungkook, por favor ven aquí.

Jungkook medio sonrió y camino en dirección a la sala. Donde pudo ver a un Taehyung sentado en un sofá individual, con las piernas cruzadas, vestido de traje. Con un cigarrillo en su mano derecha y una copa de vino en la izquierda.

Se veía muy sexual y si no fuera por la cordura de Jungkook ya estaría de rodillas frente a Taehyung y no especialmente para rezarle.

- ¿Qué se te ofrece Taehyung?.- pregunto desde el umbral de la puerta.

- Siéntate. - dijo señalando el sofá frente a él.

- Estoy bien así, gracias.

- Que te sientes. - lo miro serio.

Jungkook trago saliva. Y se adentro a la sala.

Se sento frente a Taehyung.

- ¿Qué pasó?.

- Tú ya sabes lo que pasó.- bebio un sorbo de su vino.

- No sé de que me hablas.- se hizo el confundido.

Taehyung lamio sus labios.

- Trajiste a una de tus conquistas a la casa. - dejo la copa a un lado y agarró su cigarrillo. - Y sabes cuanto odio eso.

-¿Qué tenga conquistas, o que las traiga a la casa?.

- ambos. - dio una calada a su cigarrillo.

Jungkook mordió su labio inferior, nervioso.

- No puedes traer a tus conquistas a la casa.

- ¿Quien lo dice?.- frunció el ceño.

- ¡Yo lo digo!.

-¿Y quién es usted exactamente?.- lo miró arrogante.

Taehyung le dio una larga calada a su cigarrillo. Luego lo dejó en el cenicero que estaba en la mesita de junto.

- Soy el dueño de esta casa.- se levantó de su asiento. - Y soy tu maldito tutor.

- eso no le da el derecho a meterse en mi vida.

- Cuando pisas esta casa tengo el derecho de saber todo lo que haces.- dio un paso al frente.

- ¡Te equívocas!.- se levantó de su asiento, enojado.

- ¡NO, TU TE EQUÍVOCAS!.- se paso una mano por el cabello tratando de tranquilizarse. - Preocúpate por tu madre. Por cierto, ¿cómo esta ella?.- pregunto con una pequeña sonrisa.

"Puto bipolar".- pensó Jungkook.

- Esta bien. - se sobo el brazo.- Me llamó en la mañana.

- Que bien. - toco su hombro.- Que bien. - dijo para luego salir de la sala. Dejando a un Jungkook totalmente confundido.

No entendía a Taehyung. Un día le dice que su piercing es perfecto, al otro lo cela, y al otro lo trata como la mierda. Para segundos después pregúntale por su madre.

Ese hombre tenía serios problemas mentales.

Jungkook salió de la sala y se dirigió a la sala de lavado. Donde estaba Beatrix, la mucama.

- Hola Jungkook, - saludo la mujer de cabellos castaños con algunas canas al percatarse de su presencia- ¿Qué haces por aquí?, ¿tienes algo que lavar?. ¿O quieres que limpié algo?.- pregunto mientras se secaba las manos con su delantal.

- Hola Beatrix, emmm...Tengo que lavar mis sábanas. ¿Puedes ir por ellas?.

- Claro. Enseguida voy.

- Okey. - salio de la sala de lavado y camino por el pasillo hasta la escalera principal.

Subió los escalones con poco ánimo y se dirigio a su habitación.

Para hacerle el trabajo un poco más fácil a Beatrix, saco las sábanas y las dejo en el suelo a un lado.

Luego de unos minutos decide salir al balcón de la habitación. Ve el hermoso paisaje, la casa era inmensa.

Dejo salir un suspiro.

- Mamá, te extraño. - le susurro a la nada.













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Perdón por tardar en actualizar, no tenía mucha inspiración.

Bye

vía crusis/ TAEKOOK [Ikn_asdfgt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora