La niña, con siete años, salió al jardín dejando a sus padres y los padres de Chan dentro hablando de cualquier cosa de adultos. Corrió por la hierba hasta que llegó al niño de pelo negro de nueve años, que estaba mirando un árbol.
- ¡Bu! - la niña exclama. El niño ni siquiera se gira, seguro que ya la ha oído llegar.
Que envidia tenía, ella también quería orejas puntiagudas que escuchasen todo y colmillos largos. El niño se gira y sonríe.
- ¡Por fin llegas! - señala a la copa del árbol. - Tenemos que subir ahí.
- Pero... está muy alto Yeol... no sé si es la mejor idea. ¿Y si me caigo? - la niña mira asustada a su compañero de aventuras.
- Pues te sujeto antes de que te caigas.
La niña le mira dudosa, no quiere arriesgarse, mamá le compró una camiseta nueva y no quiere ensuciarla. El niño, al darse cuenta de la duda en sus ojos, sigue insistiendo.
- No está tan alto, venga, vamos.
La niña mira a su amigo no muy convencida, pero nunca le ha pasado nada con él, así que confiará, una vez más, en lo que le dice Yeol. Los dos comienzan a escalar, el niño primero guiando y buscando el mejor camino para subir. En realidad, el árbol no es muy grande, pero con su pequeña estatura a la niña le parece gigante. Chan llega hasta una rama con espacio suficiente para sentarse, y espera a que la niña suba con él.
En ese momento, la niña mira hacia abajo y siente un gran vértigo.
- ¡Me voy a caer, Yeol! - los ojos de la niña se llenan de lágrimas y el miedo le arrasa. ¿Por qué tenía ella que hacerle caso?
- No es verdad. Ven conmigo - el niño extiende su mano. - No mires abajo, solo mírame a mí.
La niña, temblando, le sujeta la mano con fuerza, y se impulsa para subir a la rama. Entonces, se sienta al lado de Chan y mira hacia la acogedora casa de campo. La verdad es que la vista es bonita.
- ¿Ves como valía la pena? - el niño sonríe mirándola.
- Tienes razón... - Siempre tenía razón. Y por eso confiaba en él, porque nunca le había fallado.
- Yeol...
- ¿Sí? - el niño la mira curioso.
- ¿Somos mejores amigos, verdad? - dice la niña jugando con su pulsera. Le hizo una a Chan y otra para ella, de sus colores favoritos. Siempre la llevaba puesta, y sabía que Chan también.
- Pues claro Charlotte. Para siempre.
Los dos se miran y sonríen. Y los dos piensan lo mismo, que siempre estarán para el otro, siempre, pasase lo que pasase.
Hola!!! Este capítulo es muy corto, pero me gustó mucho como quedó así que me pareció buena idea subirlo. La historia va avanzando, y por fin tengo el argumento completo del libro desarrollado, ahora me queda escribir :,)
Así además aviso de que últimamente no me encuentro en la mejor situación por x temas personales, y que estaré sin escribir un tiempo, hasta que me aclare bien la cabeza y me sienta con más ganas.
Muchas gracias a todxs los que estáis apoyando constantemente esta historia, de verdad que sin vosotros no podría hacerlo. <3
Muchos besos y abrazos!
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Sangre joven (basado en el oc Chan Yeol)
ФанфикCharlotte llega a la academia de vampiros más prestigiosa. Pero no sabe que le esperan muchos problemas, el más grande un vampiro llamado Chan Yeol. ¿Será capaz de resistir la tentación? →Esta historia ha sido escrita por mí. Aclaración: es una hist...