HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido".
Madelyn siempre había tenido esos pensamientos, especialmente al recordar que su padre, Sirius Black, traicionó el legado familiar al irse a los Potter.
Detrás del árbol...
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CAPÍTULO VEINTIUNO «Cedric Diggory»
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Un mes había transcurrido desde el regreso a Hogwarts, un mes de tensa calma desde la acalorada discusión entre Madelyn y Sirius en la residencia de Andrómeda. El eco de sus palabras aún resonaba en la mente de Madelyn, un recordatorio constante de la brecha que se había abierto. Cada vez que intentaba concentrarse en sus estudios o en las conversaciones con sus amigos, la imagen de Sirius, con su expresión de decepción y dolor, se interponía en su camino.
Madelyn y Draco habían compartido los detalles de aquel encuentro con Theodore, buscando quizás un atisbo de comprensión o un consejo. Sin embargo, Theodore, siempre cauteloso, había escuchado en silencio, sin ofrecer comentarios ni juicios. El tema quedó sepultado bajo un manto de silencio, un acuerdo tácito de dejarlo en el olvido. Sin embargo, la tensión persistía, palpable en las miradas y los silencios, como una nube oscura que se cernía sobre el trío.
La anticipación por la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos inundaba el castillo, como una corriente eléctrica que recorría cada pasillo y aula. Los estudiantes, ávidos de emoción, se congregaron a orillas del Lago Negro, donde se llevaría a cabo el desafío. Al finalizar las clases, Madelyn, Draco y Theodore se unieron a la multitud, ansiosos por presenciar el espectáculo. Madelyn, a pesar de la emoción general, sentía un nudo en el estómago, una mezcla de nerviosismo y expectación.
—¡Hagan sus apuestas, damas y caballeros! —resonó la voz de Fred Weasley, siempre dispuesto a sacar provecho de la situación. Su gemelo, George, estaba a su lado, con una sonrisa pícara y un saco lleno de galeones—. Tres chicos, una chica. Cuatro tesoros en el fondo del lago. ¿Quién emergerá victorioso?
Las risas y los murmullos llenaron el aire mientras los gemelos Weasley se acercaban a los Slytherin, buscando incitarlos a participar en sus apuestas. Draco, con su habitual aire de superioridad, observaba a los gemelos con desdén, pero en sus ojos brillaba una chispa de interés.
—¿Se unen a la diversión? —preguntó George, con una sonrisa pícara, extendiendo una mano hacia el trío.
—¡Yo apuesto por Diggory! —exclamó Theodore, sacando un puñado de galeones de su bolsillo. Siempre había admirado la caballerosidad y el valor de Cedric.