Los hombres buenos lo demuestran. Parte única

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Un buen vino significaba el complemento perfecto para cualquier ocasión especial; un buen sazonador para un platillo igual de especial que la persona con la que se compartirá una velada, con la que se compartirán ideas, momentos y tal vez un par de nuevos temas. Eso creía Ed que se trataba lacena de Oswald, hablar de algo importante referente a sus planes, y si sus señales era lo que creía, entonces significaba que lo quería a él a su lado. Pero para que todo eso tuviera lugar, el vino debía ser de excelente calidad, algo que reflejara lo que Oswald realmente valía, lo que significaba verdaderamente para Edward.10 minutos, después 30 minutos... Luego el tiempo dejó de importar, la tarea se volvió una prioridad y lo único importante era hacer bien lo único que podía aportar a la cena a la que Oswald lo había invitado. Ed ya solo estaba eligiendo entre las dos botellas de vino que sostenía con fuerza mientras analizaba con detenimiento las etiquetas, su contenido y demás datos de fabricación; odiaría llegar con un producto de mala calidad y decepcionar a Oswald, odiaría decepcionar al alcalde de Gotham.

-Imposible elegir la botella perfecta, ¿no es así? -. El acertado enunciado resonó por el lugar, los pensamientos de Ed siguieron en orden, sus ojos seguían en constante y arduo análisis, pero le dio la razón a aquella desconocida voz, sí, era difícil elegir solo una botella, era difícil escoger solo una de entre tantas, pero entre todas debería de haber una especial, una mejor que las demás; claro que era cuestión de muchas cosas influyentes en esa decisión, pero no era una decisión que se pudiera tomar con los ojos cerrados ni que se pudiera dejar al azar.

-Todo depende de la región y del año. Por supuesto hay que considerar el maridaje...- Sintiéndose curioso por un pensamiento tan acertado y poco acertado a la vez, decidió voltear como un reflejo puro de sus instintos. El cabello rubio casi canoso resaltó de inmediato, el buen sentido de la moda era algo que destacaba también para la vista de Ed, la botella de vino que sostenía reflejaba un sofisticado paladar y excelente gusto en general. Pero todo eso era poco, nada importó realmente cuando Ed subió su mirada y se encontró con aquellos familiares y distinguidos ojos, aquellos que le daban una mirada de bienvenida, y que lo acogieron como la primera vez que se sintió amado. El rostro. Eso lo fue todo, él sabía que lo volvería a ver, sabía que era para él; por un momento todo en él le ordenó que corriera y abrazara a la persona que tenía frente a él, que se disculpara y empezaran de cero que serías alguien nuevo, renovado y mucho mejor. Su cuerpo no se movió, todos sus músculos se contrajeron, su cerebro aún seguía casi intacto y el poco razonamiento que le quedaba hizo lo imposible por detenerlo. Estaba en shock, ¿cómo era posible que ella estuviera ahí?, ¿frente a él?, ¿después delo que hizo, después de deshacerse de todo?, ¿después de desechar sus sentimientos?

"¿Estoy enloqueciendo?" Pensó para sí mismo. Pero no, estaba seguro que era real, ni siquiera era un sueño.

- ¿Señorita Kringle?- Tartamudeó al mismo tiempo que seguía estático y nada en él le respondía; a ese punto no le hubiese sorprendido que las botellas en sus manos cayeran al suelo.

-Oh, no, no... Mi nombre es Isabella-.

"Isabella", Ed repitió en su mente que estaba experimentando una extraña sensación de decepción y alivio.

-Lamento si lo molesté, no suelo hablar con las personas, pero hay algo en usted que... No lo sé...- Isabella se encontraba visiblemente arrepentida, sus intenciones eran irse de inmediato y tratar de olvidar que algo como eso sucedió; su mirada solo se encontró con la de Ed por una fracción de segundo y la bajó.

-Por favor... No necesita disculparse, es que me... Me recuerda a alguien que conocí... Hace mucho tiempo. - Deseaba tanto que fuera Kristen, pero le aliviaba mucho más el saber que no era ella y seguía en dónde la había dejado; de cualquier manera, ahora estaba ocupado con Oswald, y ahora estaba con él, no tenía tiempo para nada como Kristen o Isabella. Se obligó a moverse y a volver a enfocarse en el vino, el vino que hace unos segundos había olvidado por completo.

Los hombres buenos lo demuestran. Nygmacest + Nygmobblepot. One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora