David vive una de las mejores vidas que cualquiera podria desear, tenia un buen trabajo como actor reconocido, una hermosa casa, era considerado uno de los hombres mas guapos, tenia una hermosa esposa. Todo lo que cualquiera podia desear.
Que pasara...
Quien quiera ser amado tiene que procurar lo siguiente:
Una relación amorosa implica reciprocidad. En el amor, uno ama y es amado.
Pero para que esto sea posible cada uno debe ser libre de hacerlo. Como dice Sartre: de la libertad emerge el amor, quien quiera ser amado debe procurar la libertad del otro; porque si le sometes se vuelve objeto y de un objeto no se puede recibir amor.
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El calor de la mañana se dejó sentir en el rostro de aquel hombre delgado que descansaba en su cama, descanso que se vio interrumpido por un fuerte dolor de cabeza, señal de que los tragos de una noche anterior no lo dejarían en paz en todo el día.
Al abrir los ojos se encontró con la cortina recorrida, dejando entrar aquella luz que interrumpió su tan preciado suelo. En un afán de evitar aquella luz, rodo su cuerpo en la dirección contraria para darse cuenta que ese lugar se encontraba vacío. Su corazón dio un pequeño golpe en su pecho
- ¿Michael? – llamo, y al no recibir ninguna contestación se dispuso a salir de la cama para buscarlo en la habitación
No se habrá ido ¿cierto?, estaba ebrio, pero, no se imaginó lo que había pasado en la noche, le había pedido a Michael que se quedara con él, no lo creía capaz de marcharse después de que le dio la oportunidad de enmendar su error.
Al dar vuelta en el pasillo que da al comedor pudo ver al susodicho, se encontraba vestido solo con un pantalón deportivo y su pecho se encontraba al descubierto, su cabello se encontraba húmedo y aun gotas de agua caían por este, seguramente se había dado una ducha, viéndolo ahí, preparando el desayuno le hizo recordar cómo eran sus mañanas en su hogar, ya era costumbre que Michael se levantara primero para preparar el desayuno, pero al encontrarse en un hotel, el desayuno se debía limitar al servicio a cuarto y aunque no estaba nada mal, extrañaba la comida preparada por el mayor.
- ¿Qué haces? – pregunto David acercándose a Michael
-no creí que lo olvidaras, anoche me pediste quedarme aquí, yo te dije que al despertar querrías matarme, pero tu insististe, si te molesta mi presencia puedo irme.
-Michael, no hablo de eso, se lo que paso anoche, a lo que me refiero es, ¿Qué haces poniéndole mermelada a tu pan?, olvidas que debes de dejar de comer tanto dulce
-es solo un antojo querido.
-si claro, antojo que después se puede convertir en Diabetes
Michael rio bajo, vaya que en verdad amaba a este hombre.
- ¿quieres desayunar?, me tome la libertad de pedirte un rico jugo de naranja y unas aspirinas, para el dolor de cabeza que seguramente en estos momentos tienes.
-Gracias ángel – contesto sentándose en cerca del mayor - - ¿y tu traje de anoche?
-en cuanto desperté fui por un cambio de ropa a mi habitación, es muy incómodo dormir con traje puesto, en fin, me di una ducha rápida, el resto de mi ropa está a un lado de la cama.
