Capítulo 25

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Yo hice las estrellas, pero siempre se quedarán cortas contra el brillo de tus ojos.

No me importa en lo absoluto el pasado, solo quédate conmigo.

Se dice que los finales felices solo existen en los cuentos de hadas, cuando el príncipe y la princesa se casan, pero, algunas veces, estos finales, pueden pasar a la realidad.

Desde temprano Georgia y Anna fueron a despertar a sus respectivas ex parejas, "es de mala suerte ver a la novia, en este caso novio, antes de la boda", los separaron sin darles tiempo a reaccionar

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Desde temprano Georgia y Anna fueron a despertar a sus respectivas ex parejas, "es de mala suerte ver a la novia, en este caso novio, antes de la boda", los separaron sin darles tiempo a reaccionar. Las damas lo tenían todo arreglado.

Mientras los novios se arreglaban los invitados fueron llegando, llegando el lugar de la ceremonia.

Un jardín con vista hacia el lago, el altar estaba adornado en su totalidad por flores, formando un arco dándole la forma como si de una fotografía se tratara, el clima fue generoso con ellos, el sol calentaba el ambiente y la brisa solo complementaba la ocasión.

Las sillas de color blanco, meticulosamente acomodadas, formando un pasillo por el cual, en unos minutos, los novios entrarían.

-David, estas listo? – pregunto Georgia asomando su cabeza por la puerta, encontrándose a David ya vestido, pero con su mirada centrada, viendo por el gran ventanal que daba vista hacia el altar

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-David, estas listo? – pregunto Georgia asomando su cabeza por la puerta, encontrándose a David ya vestido, pero con su mirada centrada, viendo por el gran ventanal que daba vista hacia el altar.

- ¿Recuerdas cuando nos casamos? – comento, sin apartar su vista – fue en un salón privado, solo había unos pocos. Yo use el traje que mi padre me compro para cuando me casara, y tu ocupaste el vestido de tu madre, yo pensaba que eso estaba mal, que te tendría que haber comprado un gran vestido, bonito y caro, pero tu padre me recordó que lo que importaba no era cuanto gastaras, si no el acto en sí.

-cómo olvidarlo – contesto Georgia acercándose para abrazar su brazo y recargar su cabeza en el – Ty estaba muy feliz, a pesar de ser un niño pequeño ya sabía lo que pasaba. Estaba emocionado por que fueras su nuevo papá.

- ¿y tú?

- ¿yo?

-sí, ¿estabas emocionada por que fuera tu esposo?, en ese entonces no teníamos tanto dinero y lo único que pude conseguir fue un salón pequeño y una cena solo para la familia.

By my LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora