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¿Cuándo sabes que es el momento perfecto para atacar a tus enemigos?

Esa era una pregunta que podía tener varias respuestas sin embargo la correcta siempre era "Depende de la situación y recursos" para poder llevar a cabo un objetivo que implica algo muy personal como la venganza no solo era necesario ese deseo de arruinar la vida contraria, sino también necesitabas inteligencia, paciencia, planeación y sobre todo recursos o personas con ellos que estuvieran dispuestos a ser respaldo.

Los giros que todo había dado hace un par de meses fue impredecible y agotador sin embargo las recompensas fueron exquisitamente bien recibidas y las disfrutadas sin dudarlo.

Había requerido de tiempo mucho tiempo, desde que había tomado a su hija en brazos aquella noche habían pasado largos y agotadores meses. Nunca había sentido tan difícil el ser padre hasta ese momento.

En su mundo estaba consiente que formar una familia era tener debilidades que sus enemigos podían explotar o coaccionar en su contra sin embargo eran humanos que eran débiles ante el anhelo de aquello que no debían de poseer.

Podía afirmar con seguridad que hasta cierto punto había podido mantener ese instinto fuera de sus decisiones, no había tomado a nadie como pareja sentimental así como tampoco había permitido que un mocoso naciera de sus entrañas.

Tenía todo perfecto hasta que Taehyung había roto su linda burbuja de seguridad, ese maldito doncel con sus pestañas encantadoras y labios perfectos para besarlos o para que le hiciera una estupenda felación, Taehyung tenía lo correcto. Era extremadamente sensual y tan caliente y desinhibido en la cama que tenían una química sexual estupenda, pero también era compresivo y tierno cuando debía de serlo.

Era su criptonita y él la había aceptado con los brazos abiertos tan felices y fue cuando creo su primera debilidad la cual le había explotado en la cara.

Había procreado en ese momento a dos niños, Khalan había sido un punto de complicado porque no quería dejar que viviera, pero tanto era el amor que le tenía a Taehyung que tampoco podía matar al pequeño que había salido de él.

Había enfocado su odio a quien lo merecía y ese fue Taehyung, Khalan era su hijo y lo trato como tal teniendo un heredero y a su vez una segunda debilidad.

Fue una sorpresa cuando en aquella casa con la pareja anciana por fin se comportaran como verdaderos adultos y hablaran sin necesidad de meterse un tiro entre sí.

Enterarse de que tenía una hija fue una sorpresa, descubrir el motivo de su ausencia inicio una ira abrazadora en él, una nueva debilidad se sumó.

Cuando Taehyung se quedó embarazado por segunda vez no fue agradable, el doncel había pateado, llorado y gemido de frustración tanto que casi logra hacer que lo colgara del techo. Ambos sabían que un nuevo bebé era terrible idea sin embargo el montículo de células ya estaba fuertemente asentada en el vientre del doncel.

Rememorando Jungkook se dijo que en verdad como personas eran complejos, había enviado a Marian a una muerte segura dejándole a su hijo en el vientre y sinceramente no se conmovió cuando supo de la muerte de la mujer así como de su hijo no nacido.

Si en algo no había mentido cuando le dijo algunas cosas a Bermuti era que en verdad el bastardo le importaba una mierda, los únicos hijos que aceptaba y que les permitía vivir eran los que salieran del puto vientre de Taehyung, su doncel.

Doncel que en esos instantes estaba durmiendo tranquilamente a su lado.

Había sido complicado y difícil además no se habían perdonado los errores del pasado sin embargo decidieron dejarlos ahí sin remover y construir sobre ellos una base para su relación. ¿Funcionará? La verdad no tenía ni idea sin embargo estaban conscientes de que ambos se buscarían y no dejarían que el contrario saliera de lo que sea que mantenían.

Alleanza (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora