Han JiSung
Habíamos pasado tantos días, tantos momentos juntos...
Mis ojos observan el cielo silencioso, con las estrellas deslumbrantes sonriendo a los costados de la luna que cuelga sobre un manto azulado que cubre nuestros cuerpos en la cama. Observo mi reflejo en la ventana, donde las cortinas rojizas están amarradas a ambos lados. Entonces, entre el adormecimiento que parece dominar a mi mente, llamo a tu nombre, mis labios balbuceando con parsimonia. Tus ojos claros se asoman hacia afuera, tu respiración se encuentra con mi desnudo cuello. Mis propios ojos te observan, cada orbe fascinado al verte. Tus párpados luchan por no cerrarse mientras dedicas tu mirada a contemplar los míos. Una sonrisa perezosa se dibuja lentamente en tus labios mandarina.
—¿Sucede algo, JiSung?
Niego sonriente, complaciendo mis irises con la espléndida imagen de tu retrato a plena noche—. Perdón por despertarte.
—No estaba durmiendo todavía.
—Bien, entonces no me sentiré culpable de ello — digo en tono travieso. Mis dientes mostrándose ante la amplia sonrisa divertida que adorna mi rostro.
—Mejor siéntete culpable — replicas riendo suavemente. Las comisuras de tus labios apenas elevándose; y me siento feliz, pues reconozco con orgullo que eres una persona fría, por poco alguien que sólo parece pensar en tener relaciones sexuales, pero para mí no es así. Nada lo fue desde el momento en que me hiciste tuyo.
Carcajeo ante tus palabras. Mis ojos se deslizan sobre tu rostro, bajando hasta tu mandíbula fuerte y tus clavículas profundas. Mi mano se extiende y comienzo a descenderla por sobre tu pecho, mis dedos simulando una cómica caminata de dos pies rozando tus suaves bellos cortos de tonalidad rubia, casi imperceptibles. Acaricio tus abdominales, que no son demasiado definidos pero tampoco invisibles. Las líneas entre cada uno son delineadas por mis dedos y escucho tu suspiro.
—JiSung, si sigues así...
—No me digas que me detenga cuando bien que lo estás disfrutando.
Te veo sonreír, tus comisuras ascendiendo de manera perezosa dejando ver aquel par de largos colmillos que escondes tras tu cortina labial, tus párpados descienden escondiendo tus dulces orbes claros—. Ven aquí — susurras en un tono ronco, tu voz provocando escalofríos en cada fracción de mi cuerpo aún sensible por el contacto íntimo que han realizado entre sí nuestras anatomías hace tan solo minutos.
Sonrío y al segundo después de tu voz, mis piernas se encuentran a cada costado de tu torso, mis brazos extendidos mientras las palmas de mis manos se apoyan sobre tus sólidos pectorales. Me siento sobre tu abdomen llano. La piel de mi glúteos desnudos casi rozando con tu entrepierna excitada me hace suspirar entre el placer—. MinHo...
—Uhm, JiSung. Muévete, vamos, bebé — tu voz denotando placer parece excitar mi anatomía. Me muevo de manera lenta sobre ti, pero tus manos tomando ambos lados de mi cadera me hacen detener mis movimientos, luego, sólo te levantas y me empujas sobre el suave colchón debajo de nuestros sudorosos cuerpos. Tus extremidades superiores me giran, las palmas de mis manos apoyadas en las sábanas perfumadas y mis rodillas hundiéndose sobre colchas esponjosas.
—MinHo, a-ah... — algunos gemidos comienzan a escaparse de mis cuerdas vocales, tus dedos se deslizan sobre el contorno de mi abdomen, mi espalda erizada ante el contacto de tu piel. Tu boca besa mi oreja derecha, escucho como algunos roncos gruñidos escapan de entre tus carnosos labios. Tu miembro rozando mi entrada me alerta y empujo mi cuerpo cosquilloso por una nueva sesión hacia atrás, siento tu glande en mi interior, poco a poco entrando por completo.
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❝Mine❞『•MinSung•』
Vampire❝Nubes rojizas cubriendo su mente, dos colmillos rozando la piel sensible en su cuello mientras de sus labios brotan raíces de gemidos exorbitantes. ¿Tan fácil era entregarse a él? Su cuerpo anhelante se deja hacer, mientras el recuerdo de su primer...