En el fulgor del sol que acaricia el día,
donde el verano danza, su magia desbordante,
te busco entre sombras, en la noche encendida,
junto a la luna, testigo de este amor amante.
Enigmáticos susurros del viento nos guían,
por senderos secretos dond...
En la tierra donde el sol pintó mi primer amanecer, regreso en un reencuentro,
¿puede ser?
Un destino fortuito me guía de nuevo, como un lazo invisible que me lleva al hogar que suspira con dulce anhelo.
Celebraré mi despedida con el viento, confiándole secretos, entregando un último aliento. Bajo el cielo que presenció mi crecimiento, permitiré que el alma florezca de nuevo.
En cada rincón, un susurro del pasado, una melodía de despedida, un poema entrelazado con hilos de nostalgia. Morir en la cuna de mi existencia no es más que un ciclo que se cierra con gracia y coherencia.
Volver al origen es regresar al abrazo final, en el lugar que me acunó al nacer, al compás celestial que envuelve mi retorno. Cada paso es una danza con los recuerdos, cada suspiro es un beso al ayer, y en este reencuentro, encuentro la eternidad de un amor que persiste en la esencia etérea de mi ser.
9/02/2023 . 13:13 pm:
Desperté de un sueño tan intenso que sus ecos resonaban en cada rincón de mi mente. Era la persistente huella de una meta pasada, un anhelo de encontrar a una chica que me brindara una profunda paz. En el centro del parque, donde los hilos de mi vida se entretejieron desde tiempos inmemorables, ella surgió como un misterio entre la niebla.
Su rostro permanecía velado por la atmósfera enigmática que la rodeaba. Solo podía discernir su figura, vestida con un elegante vestido rojo que fluctuaba entre tonos claros bajo la luz del sol gris del sueño y tonos oscuros cuando las nubes se interponían. Sin rastro de cabello, ¿acaso lucía un corte corto o era una peculiar ausencia? Este sueño, tan surrealista como fascinante, despertaba la curiosidad en mi mente: ¿era una premonición o simplemente una ilusión caprichosa?
La trama se tornó aún más intrigante cuando la misteriosa figura no solo se limitaba a ser un espectáculo visual. Su voz resonaba en el aire con un tono enigmático y melodioso, pronunciando palabras que resonaban como el eco de un pacto secreto. "Te espero bajo la luna, en el concierto", susurró con una picara sonrisa antes de desvanecerse, dejándome inmerso en la desconcertante realidad de mi propio sueño.
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La confusión se apoderó de mi mente. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Era este un simple sueño o acaso mi mente estaba tejida en las complejidades de una realidad alterna? La chica misteriosa había dejado en mí la semilla de una expectativa, una llamada a la acción antes de que el tiempo se agotara para un posible milagro.
