∆→El Omega Del Jefe←∆

5

Golpeó la mesa con su puño, estaba molesto, sus ojos ahora rojos oscuros miraban su computador, había perdido demasiado dinero en menos de una semana.

Y gracias a la gran traición de Koong ese chino idiota le había robado.
10 millones  de dólares  para ser exactos, la mercancía había desaparecido y por arte de magia apareció en dubai a nombre de una mujer de edad.

Perdió mercancía y dinero, necesitaba encontrar al chino para tomar cartas en el asunto, de eso Chang se estaba encargando.

Se dejó caer en su silla de cuero negra, subo su cien, nada le estaba saliendo como quería, hace tres días que habían atacado a Jimin en la autopista y no había pista de quien había mandado a esos Alfas.

Por seguridad ahora la mancion no solo tenía murallas de tres metros si no también docenas de guardias por todos lados.

Su Omega no había salido desde ese día y eso era muy tranquilizante para el, pero sabía que tarde o temprano Jimin querría salir.

Su teléfono empezó a bibrar en el escritorio, haciendo un sonido sordo y rápido, miro la pantalla y sonrió al notar que era su Omega.

El enojo se le pasó y con una sonrisa contesto - hola precioso- giro su silla para mirar al ventanal que dejaba a la vista la ciudad.

- Alfa - la voz suave y cálida le respondió - ¿llegara temprano? - su voz había echo que el Alfa sonrieron más.

- lo are cariño- anuncio  - ¿mochi? - había reaccionado.

Mochi era el único que usaba esa voz  y le llamaba seguido cuando se encontraba solo.

El pequeño lobo río - Alfa a pillado a mochi - soltó riendo feliz.

- no puedes engañarme cariño - giro de nuevo en la silla, parecía niño chiquito - ¿quieres a tu Alfa? - pregunto con voz coqueta

- mochi quiere que Alfa lo marque - la piel de Jungkook se erizo.

- mochi esa decisión no es solo tuya - le recordó.

El Omega lloriqueo - pero mochi quiere y tiene calor,  mucho calor - susurro.

Los ojos de Jungkook se abrieron en grande, ¿acaso Jimin había entrado en celo? Pero faltaba un mes para su próximo celo.

- cariño voy para allá, no salgas de la mancion - ordeno y colgó.

Sabía que debía quedarse en la oficina resolviendo los problemas, pero su Omega es más importante.

⚠️

La casa estaba tranquila, desde la planta alta hasta los pasillos de abajo, con la diferencia que sonidos provenían de la cocína.

Gemidos para ser exactos

El Omega esta siendo complacido totalmente por su Alfa, el cual había llegado hace una hora, cuando este llegó, pudo sentir el aroma más dulce del Omega, camino rápido hasta donde estaba y sonrió, este tenía una playera de el, que le quedaba tres veces más grande, tenía una pantuflas amarillas muy tiernas, su cabello espantado y un mandil, mientras tarareaba una canción, movía sus caderas.

Se quedó mirando esa escena maravillosa con amor y suspiro lo que hizo que el Omega se girara para verlo.

- Alfa - sonrió dejando lo que hacía para ir con el.

El mayor lo recibió encantado, aspirando su aroma y su calor - ¿que hace mi mochi? - pregunto

- mochi hace unas galletas de chocolate por que se le antojaron - lo miro desde abajo con una sonrisa.