Todo había sido difícil para Tsunade, su vida había cambiado por completo, la muerte de su pequeño hermano, y luego la muerte del hombre que ella más amaba, había quedado destrozada, su vida ya no tenia sentido, ya ni siquiera podía usar su ninjutsu médico, el trauma por la sangre era latente y ver una gota de sangre era revivir aquellas pesadillas, sus manos llenas de la sangre de Dan, verlo morir frente a sus ojos, no, ya no quería seguir reviviendo esos momentos, su vida ya no tenía sentido, decidió dejar la hoja, su aldea le traía recuerdos dolorosos, hablo con el tercer Hokage, pidió permiso para estar fuera de la aldea se alejaría por un muy muy muy largo tiempo, quería sanar, su desempeño en la guerra hizo que ganará su título de Sannin, así que el hokage le otorgó con facilidad su pedido, era verdad, ella debía sanar, su fiel compañero y eterno enamorado al enterarse de ello hizo lo mismo, pidió su permiso para irse de la aldea, ni en sus más terribles sueños dejaría sola a Tsunade, y fue asi como ellos partieron.
Con el pasar del tiempo protegían a la hoja desde fuera, cada día Jiraiya hizo todo por ganarse el corazón de esa gran mujer, quería ser él quien sanase su alma destrozada, y así fue, Tsunade de a poco fue teniendo pequeños sentimiento hacia su compañero, pasaron los años y lo de Jiraiya con Tsunade creció más, podría decirse que empezó a nacer amor.
-Jiraiya-samaaa!! Gritaba la pequeña Shizune que desde hace un pequeño tiempo se había unido a Tsunade y Jiraya -Jiraiya-samaaa!!!
Jiraiya-samaaa!!- Corria agitada hacia él.
-Que sucede Shizune, por qué tanto alboroto.
-Jiraiya-sama, Tsunade-sama está,
-paso algo con Tsunade
-Tsunade-sama está
-que está Shizune se clara
-jiraiya-sama, Tsunade-sama, está dando a luz!!
-QUEEEÉ!!!! Por qué no me lo dijiste antes Shizune-
Jiraya se encontraba en un río pescando ya que a su amada se le había antojado comer un delicioso pez, dejo todo botado y corrió junto con Shizune a ver el alumbriento de su bebé, no podía con tanta felicidad incluso sus piernas se enredaban, en su mente tenia el pensamiento de que llevaba 2 horas pescando pero no pudo atrapar un solo pez, sabía que aunque Tsunade este dando a luz ella igual podría darle una paliza por no llevarle su preciado pez, ya después iría al pueblo más cercano y le compraria todos los que deseara, ahora solo quería ver el nacimiento de su primogénita, o al menos creía que era su primogénita.Vivian en una cabaña muy alejada de la civilización, solo ellos, pero en sus últimos días de gestación Tsunade había pedido ayuda a Nanae, la mujer que la cuido cuando era niña, una mujer un poco mayor, una ninja médico retirada pero con la confianza absoluta de Tsunade, quería que fuera ella quien la ayudase con su parto, no sabían si era niño o niña lo que el destino les deparaba, pero eso no importaba, era su bebé.
-Tsunade!!!- entra gritando Jiraya, mientras la mujer se encontraba recostada en cama sufriendo los dolores del parto -Tsunade, aquí estoy- toma su mano con delicadeza pero este olvida la monstruosa fuerza de su amada, que termina rompiendo un par de sus dedos
-donde diablos estabas Jiraya!!
-fui a conseguir lo que me habías pedido, pero vine tan pronto Shizune me avisó, dime Nanae, Tsunade y el bebé estarán bien?-por su puesto que si, ahora ve y consigue agua caliente y toallas limpias, niña tu ven ayúdame.
-si- respondió la pequeña Shizune.
-Vamos Tsunade puja
-Ya lo sé, no tienes que decirme que hacer!!Los minutos se sentían eternos para Jiraya que hipnotizado veía el alumbramiento de su amada, en un instante todo se quedó en absoluto silencio y de repente la habitación se llenó del armonioso llanto de una bebé, una pequeña de cabello blanco y hermosos ojos negros, Jiraiya lloraba de felicidad, aún no creía que acababa de nacer su primogénita, y era idéntica a él, besó la frente de Tsunade y un cálido Gracias besó sus labios mientras que las lágrimas mojaban sus mejillas.
![](https://img.wattpad.com/cover/357310126-288-k385063.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DESTINOS
FanfictionKakashi Hatake, su vida a sido muy cruel desde su infancia, en medio de todo ese dolor conocerá a una persona que se adueñara de su corazón, pero el destino es tan malévolo que no importará cuánto se amen, siempre habrá algo que los separa, la hija...