No importa lo que suceda, él nunca romperá la promesa que te hizo.
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Universo Kny
Michikatsu Tsugikuni x Lectora/Oc
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✸ No se permiten copias y/o adaptaciones para este fanfic de mi propiedad
✸ Créditos de los personajes a Koyo...
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En el interior de un lugar extraño a primera vista y con un poco de luz tus sentidos comenzaron a volver a tu cuerpo de a poco, luego de unos segundos sentiste tus extremidades y también como algo suave había debajo de ellas.
Tu entrecejo se arrugó al igual que tu nariz para que después tus párpados empezaran a abrirse lentamente y así pudieras ver a tu alrededor luego de parpadear un par de veces antes, dándote cuenta que estabas en una habitación distinta.
Te sentiste confundida, sin embargo, cuando recuperaste un poco la noción del tiempo recordaste todo lo que sucedió, toda la masacre que había pasado en tu hogar.
No recuerdas demasiado de lo último que sucedió, ya que cuando iban a medio camino tus ojos comenzaban a cerrarse, y aunque quisiste negarte a quedarte dormida, tu cuerpo se sentía cansado en todos los sentidos y terminaste por rendirte ante eso.
Ahora estabas en esa habitación rodeada de total silencio, no había ningún tipo de ruido a excepción del peculiar pitido en tus oídos que siempre escuchabas y que era normal. Tu cuerpo se sentía entumecido y lo sentiste cuando lentamente comenzaste a sentarte en el lugar donde habías estado recostada, era un futón con mantas suaves y limpias con un agradable olor de ser lavadas hace poco.
La estructura y el diseño en el roble oscuro de la que estaban hechas las paredes de la habitación y todo lo demás te eran conocidas, pero hasta ahora pudiste poner más atención en esos detalles, reconociste un poco ese lugar a pesar de ya haber pasado varios años desde que no volvías.
Miraste por una de las ventanas que había ahí para poder intuir la hora que podría ser en este momento, el sol se veía en alguna parte del cielo y al parecer eran horas de la mañana. Por tu cabeza pasaron las preguntas de cuánto tiempo habías estado aquí, cuánto tiempo te habías quedado dormida o cuánto tiempo había pasado desde el trágico suceso en tu hogar.
Sin embargo, tus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el sonido del shoji deslizarse llamó tu atención para que dirigieras tu mirada a ese lugar, encontrándote con una mujer que iba ingresando a la habitación, pero cuando miró que estabas despierta abrió los ojos de la sorpresa y luego se echó a correr fuera de la habitación como si tuviera algo que hacer.
Alzaste una ceja confundida por su comportamiento, ya que no dijo ni una sola palabra, aunque por su vestimenta intuiste que podría tratarse de una mujer trabajaba en este lugar.
Prestaste atención a tu cuerpo al extender uno de tus brazos al aire para así darte cuenta que tus prendas eran otras diferentes a las cuales recordabas haberte ido de tu hogar esa madrugada, éstas estaban limpias y eran suaves, pero cuando levantaste una de las mangas del kimono pudiste darte cuenta que un par de vendas cubrían las hematomas en tus brazos por los golpes o pequeñas heridas que te habías hecho.
El suceso que ocurrió volvió a retomar su atención en tus pensamientos, provocando que te quedaras demasiado pensativa y con un ligero dolor en el pecho por varios minutos, aunque esto mismo ocasionó que no te dieras cuenta de lo que pasaba a tu alrededor y no escucharas los pasos que se acercaban a la habitación hasta que por el rabillo de tus ojos te percataste que unas personas estaban ingresado ahí.
