Saber la verdad de mi sexo fue un cambio rotundo en mi vida... Tuve que comenzar a soportar la mirada de mi padre en todo momento... Enviaba espías a la escuela, y aunque no me daba cuanta incluso algunos profesores eran parte de su espionaje
La verdad es que me dolió bastante el saber que toda mi vida había sido engañado y traicionado por mi padre, pero realmente me devasto el hecho de que la única persona en la que realmente confiaba estaba involucrada en esa mentira. Conozco a Alejandra desde que tengo memoria, y yo la considere por años como alguien de confianza, a la cual le importaba y se interesaba por mi bienestar. Tal vez por eso dicen que la mentira del hermano duele más que la del enemigo, y yo tuve que aprender esa gran verdad aun de muy pequeña en circunstancias muy impactantes.
Si era sincero, nunca había sentido odio hacia mi padre. Él siempre se había mostrado indiferente hacia mi desde pequeño no me sentí traicionado por su parte porque no esperaba nada bueno de él. Su mirada me expresaba frialdad... Al principio creí que era por la tristeza de la muerte temprana de Diana... Mi madre, pero el nunca había mencionado su nombre, ni lo había visto derramar lagrimas en su nombre, lo que me llenaba aun más de confusión.
Pero hubo algo que me hizo odiarlo más que nada... Algo que demostró la verdadera personalidad de Alexander. Calculador, frio. cruel... Todo eso y mucho mas me hablaba de el... O eso creí por años, luego de lo ocurrido mas tarde...
Unos años antes. En la escuela de Alex...
Estaba sentado en una mesa de la cafetería en la escuela. El hecho de tener que esconderme me hizo más antisocial y reservado, aunque me encantara hablar con otros. No tenía muchos amigos.
-Ho-hola...-Se oyo una voz tímida a mi lado que llano mi atención
Me volteé hacia mi lado izquierda y vi a un chico con heterocromia temblando de miedo al hablarme.
-¿C-cómo te llamas?-Pregunto muy nervioso, que parecía que se desarmaría en cualquier momento ante mí. Vino a mi mente una imagen de un conejito asustado y al compararla con él la encontré muy similar-.
"Mm? Un ojo verde y uno Azul? Que lindoooo" Pensé mientras le daba una mirada rápida
-Alex...-Dije desviando la mirada para demostrar poco interés, aunque por dentro me moría de dulzura
-Y-yo soy Franco...-Dijo el sonriendo tímidamente con ternura
"AWWW ¿Me lo puedo quedar?" Me pregunte emocionada por dentro, aunque por fuera mantenía una mirada glacial
-Mmm...Un gusto- dije ya tratando de dar por terminada la conversación contra mi voluntad
-¿P-puedo co-comer contigo?-Lo mire un poco sonrojada por su insistencia
"No puedo con el..."
-Supongo que si...- dije fingiendo fastidio, pero al niño, o no le importo, o no se dio cuenta, porque rápidamente se acomodo frente a mi dispuesto a compartir el día conmigo
La mirada de ese niño se ilumino por completo, una emoción y alegría se hizo presente en sus ojos, provocando una sonrisa radiante.
-Gra-gracias
Los siguientes días fueron muy alegres. Yo fingía que esta amistad no me interesaba, pero en realidad cuando Franco faltaba a clases solo me sentía vacío... Y sin darme cuenta, Franco se volvió e la persona más importante para mí.
-----------
-Oye, franco... ¿Puedo hacerte una pregunta personal? - Le convide de mi chocolate y me senté a su lado
-Si, claro...-dijo mientras agradecía aquel chocolate y lo devoraba gustoso
-¿Porque tartamudeas?-Vi que por un momento se puso tenso y esquivo mi mirada curiosa.
-...-Por un momento, franco quedo en silencio pensativo, tal vez si dudando en si contestar a mi pregunta o no hacerlo.
-¿Es un tema sensible? Lo siento no quise...
-No... No im-importa- Franco bajo la mirada- Los doc-doctores dicen que es por un tra-trauma que se originó cu-cuando vi que mi ma-madre y padre mo-morían en un robo a mano ar-armada... Ahora vivo con mi abuela paterna...-Los ojos de Franco se llenaron de lágrimas y se apresuro a intentar esconderlas de mí, sin éxito
Verlo así me dolió mucho, ese niño que tenía delante de mí era un niño totalmente inocente que no merecía ningún tipo de sufrimiento, él era una luz para el resto del mundo... ni el mundo ni yo lo merecíamos.
Un impulso de abrazarlo y consolarlo se hizo presente, y por primera vez en mi vida le hice caso a mi corazón antes que a mi mente.
-No llores Franco... Lo siento no debí preguntar eso... No te preocupes, jamás estarás solo... siempre estaré contigo-Lo apreté contra mi y le acaricié el cabello, tratando de detener sus lágrimas.
Ya no quería verlo sufrir, Quería verlo sonreír, era mi mejor amigo y me prometí a mí mismo que haría lo posible por que esa sonrisa no desapareciera
Pero lo que nunca pensé es que mi padre haría imposible esa promesa... Y que luego de eso lo odiaría por toda mi vida.

ESTÁS LEYENDO
Tocando fondo
RomanceAlex siente que ha tocado fondo, desprecio por parte de su unico familiar y una soledad inevitable... ¿Podra esto cambiar con su vecino Jonh?