Koi No Yokan--- (YIZHAN)

6

Era un día frío, tan frío que el fuerte aire chocaba en los fuertes ventanales de la sala de reunión de la sede de "D.D." Todos estaban bastante impacientes, el día había llegado era momento para que el candidato a presidencia y el empresario se conocieran.

Todos los jefes de departamento estaban reunidos en la sala, por supuesto, aparentando una confiabilidad que, por supuesto, no tenían. Solo les quedaba confiar en lo que sabían y habían practicado para poder hablar sobre su plan de campaña.

No podían permitirse un solo error; necesitaban al omega de su lado sí o sí.

No ayudaba mucho a sus nervios saber que el abogado, Seungcheol, había quedado atrapado en medio tráfico. ¡Justo hoy!

— ¡Por una mierda, Choi! ¡Mueve tu maldito culo a la sede o yo mismo iré y te extrañare tu maldita cara en el maldito capó de tu estúpido carro!

"Deberías hacer yoga, Han. No es bueno para tu salud enojarte tanto".

— ¡oh, por la gran...!

"No te preocupes, hombre. Voy ingresando al estacionamiento".

— Bien... Bien —. Dijo un poco menos exaltado el omega Han—. Solo apresúrate.

La verdad es que el abogado era más importante de lo que se imaginaba, pues se le avisó de último momento que Xiao Zhan también traería a una parte de su equipo legal para que ellos más tarde comenten los puntos que se lleguen a mencionar en la reunión.

Yibo venía ingresando a la sala. Toco el puente de su nariz cuando fue consciente del pequeño desastre que eran sus compañeros. Sus pulmones toman aire para después soltarlo, necesitaba ser sereno ante el caos que su propio equipo parecía ser. Han no dejaba de morderse las manos, Chan lo llegaba a marear de tanto andar de aquí para allá. Ni hablar de Changbin que llevaba ratos escondido en el cuello de Hyunjin. Los hermanos Jiang no habían llegado y Jeongin movía de más pierna.

— Necesito que se calmen. Simplemente no vamos a funcionar si siguen de esta manera. Han, deja de morderte las uñas. Chan, siéntate, Jeongin, relájate y Changbin, sé que estás nervioso, pero sal del cuello de tu omega. Los necesito confiados, no actúen como si tuviéramos miedo de que nos atrapen haciendo algo malo. — Yibo se dirigió con su porte recto y sereno a la silla que encabezaba la mesa de reuniones, abrocho su saco y se sentó de manera relajada en su silla —. Los Jiang, todavía no llegan porque están en otros asuntos, regresaran en un rato. Wuxian, te mando todo lo que necesitas a tu computadora Jeongin.

La puerta se abrió abruptamente dejando a la vista a un muy agitado abogado Choi, quien dio una rápida ojeada a la sala.

— ¡Mierda, Han! Ni han venido y me estabas jodiendo con apresurarme.

Han solo le levanto el dedo de en medio desde su asiento. Todos rieron.

Eso pareció ayudar a su equipo.

El teléfono de la sala sonó. Todos los presentes dieron un brinco.

— Los copos están cayendo. Repito, los copos están cayendo.

Todos fruncieron su ceño. Jeongin decidió sacarlos de la duda.

— Que mierda se supone que significa eso, Seungmin.

— De verdad que no puedo hablar con ustedes de una manera civilizada. Todos iguales.

— Seungmin, los copos. — Le recordó Yibo.

— Ah, sí. El Sr. Xiao Zhan y su equipo están subiendo el ascensor en estos momentos.

¡¡Por la gran puta mierda de la grandísima perra vida!!! No estaban listos, simplemente los escalofríos comenzaron a recorrer. Las manos empezaron a sudar y para rematar, parecía que una selva de feromonas comenzaba a inundar la habitación.

— Por favor, relájense, sus feromonas me están matando.

Claro, esto solo afectaba a Chan, Han, y Jeongin. En el caso de Hyunjin y Changbin, no, porque eran pareja y en el caso de Seungcheol... Bueno, él no podía oler, perdió su sentido del olfato hace algunos años. A Yibo las feromonas de otras castas simplemente no les hacía nada, era un alfa dominante.

Todos obedecieron a su orden y comenzaron a hacer ejercicios de respiración. 

Y entonces... La puerta, por fin, se abrió.

— Buenas tardes, señores.

Xiao Zhan había llegado.