Capitulo 2: Mi pequeña niña.

10 1 2
                                    



Pasaron algunos años y las cosas transcurrían con normalidad, el padre consiguió un trabajo en constructor de bunkers en el cual la paga era muy buena, unos 1.500 $ al mes en comparación al horario que era 13 horas al día, desde las 9:00 AM hasta las 12:00 PM desde los lunes hasta los viernes y los sábados hasta las 10:00 PM, y los domingos seria descanso para el pero a pesar de eso igual seria un horario que no dejaría que el pudiera vigilar a su hija, así que instalo algunas cámaras para que pueda vigilar a su hija. Y si, su hija se quedaba sola en la casa desde los 4 años, pero podía cuidarse sola, le dejaba la llave de la casa y algún cuchillo para que se defienda, un cuchillo pequeño para  que pueda manejarlo con mas facilidad. A los 5 años empezó a ir a la escuela y no paso mucho tiempo desde que empezó a tener problemas en esta, normalmente peleaba con las demás niñas y la escusa que ponía Amelia era que la molestaban, pero Mak por su horario no podía ayudarla. A esa hija que tanto amaba dejo de preocuparle. Se volvió adicto al trabajo y no pudo escuchar los problemas de su hija. Por eso es que esta empezó a tener problemas en la escuela. Sus compañeras la molestaban por el hecho de no tener madre y no saber si aun que sea tuvo una, y las cosas empeoraron cuando Mak ni quería hablar el tema con su hija. Era un tema delicado para el que tenia miedo de que ella lo contara con sus compañeros y supieran la verdad de el y de su esposa. Por eso cuando ella preguntaba solo decía que no podía decirle hasta que sea mas grande, Amelia no podía entender del porque él no quería decirle la verdad. Era su madre tenia derecho a saber. Mientras que en la escuela siempre era lo mismo. Amelia se levantaba para poder ir a la escuela y cuando llegaban siempre la saludaban con "hola amiga, ¿y tu mami? ¿No vino a dejarte?" siempre era el mismo trato por parte de sus compañeros y ella no tenia a quien quejarse, su padre no estaba para ella y tenia que reprimir sus emociones por el simple hecho de que no tenia a nadie, ni si quiera los profesores podían ayudarla. Y si luchaba la castigaban a ella no a las niñas que empezaron a molestarla. Es simplemente triste la vida de Amelia en este punto.

En un lunes normal Amelia se levantaría para poder ir a la escuela. Arreglo sus cosas y se dirigió donde su padre para que la llevara a la escuela.

"papá, ya son las 8, podemos ir a la escuela? Voy a llegar tarde." Dice la pequeña niña esperando una respuesta gentil de su padre con sus cosas ya listas y colocando colación en su mochila para que ella no se muriera de hambre, en cambio el padre miraría a su pequeña con una sonrisa seria que parecía como si no le importara mucho las cosas de su amada hija, camino hacia afuera abriendo la puerta del exterior junto con su hija. Caminando hacia su auto comprado hace unos meses se subiría en la parte del conductor mientras que Amelia se subiría en el asiento del copiloto abrochándose el cinturón por seguridad.

"bueno. Vámonos, el camino es largo y si no me apuro también llegare tarde" dice el padre obviamente preocupándose más por él. Condujo hasta llegar a la escuela de la hija en un silencio total. La escuela quedaba a unos 3 kilómetros, no era mucho camino. Dejo a su hija en la entrada de la escuela y se despidió de ella dándole un beso en la frente.

"Adiós hija, cuídate" diría el padre cerrando la puerta del copiloto y avanzando para poder dirigirse hacia su trabajo. Amelia se dirigió a la escuela suspirando y rezando que no le digan lo que siempre le decían al entrar. Camino entrando por la puerta principal hasta que se escuchó esa misma vos que la atormentaba tanto.

"buenas" se escucho con un sonido de voz chillona alargando la última vocal.

"¿te vino a dejar tu mama?, o fue tu papi" diría la misma voz chillona de antes. Amelia giraría la cabeza mirando a la proveniente de aquella vos tan chillona y monótona que siempre escuchaba Amelia, y era la misma niña. Una pequeña niña de unos 5 años más alta que Amelia. La cual siempre molestaba y fastidiaba a la misma por el tema de su madre. Amelia la miraría de reojo con sus ojos llenos de odio por parte de ella, imaginándose un mundo donde ella sufría y en el que Amelia era la que tenia madre. Una madre parecida a ella, una madre que la consolara cuando estaba triste o cuando la necesitara.

El fin de la esperanza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora