Silencio.

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Dentro del portal, Seokmin se quedó quieto un momento meditando cuál sería su siguiente movimiento. Sus padres siempre le habían dado instrucciones claras respecto a cómo actuar dentro de espacios multidimensionales y es que todos los portales lo eran.

Primero se miró a si mismo, comprobando que todo su cuerpo había atravesado por el lugar, claro, en ocasiones sentías que lo hacía pero eso no significaba que fuera verdad absoluta.

Después alzó la vista, con miedo, pero aunque él mismo fuese consciente de lo miedoso que era no quería quedar como un cobarde en especial frente a Soonyoung y Seungkwan.

Primero todo fue obscuro en su totalidad por lo que convocó a una chispa tal cómo las que tenía antes solo con sus manos, no debía sacar su varita a menos de que fuese totalmente necesario ocuparla.

La luz no tenía demasiado alcance pero era lo suficiente para al menos rodearlo en el rango de metro y medio así que suponía con eso podria avanzar un poco más.

Estiró la pierna para comprobar que había suelo, pero aún cuando lo hizo y rectificó no se dió el lujo a caminar a paso seguro pues en cualquier momento podría tener un traspié.

Incluso tenía cuidado para respirar, normalmente cuando las personas invocaban portales era porque había una criatura mágica esperando al otro lado.

Apenas dió unos cuantos pasos al frente se percató de que había una puerta no muy lejana que se mantenía cerrada pero que le resultaba extrañamente familiar con todo lo que recordaba de la primera vez que había entrado al rincón secreto de la biblioteca.

Se sentía estúpido en ese momento, tal vez había sido más fácil porque lo habían hecho sin pensar demasiado, él quería a Jun y Soonyoung queria a Hyolyn así que obviamente fueron por el camino fácil.

¿No habría sido más fácil hablarles en persona con cualquier excusa? Sabía que no eran malas personas pero ahora que lo pensaba.. tal vez llegar al corazón de alguien por métodos sencillos no era la respuesta que buscaba.

En ese entonces Soonyoung lo cuidaba y ahora les correspondía cuidar a Seungkwan por haberlo metido en eso ¿No era así?

Tenía los pensamientos hechos un lío, ahora buscaba proteger, cuidar a personas que realmente eran relevantes para su vida, que lo conocían y sabían de su existencia, pero no quedando como un héroe ante ellos sino porque extrañamente pensar en ellos tristes o siendo reprendidos por algún superior de la academia le hacía sentir los vellos de punta.

¿Nunca se había dado cuenta de lo bien que se sentía ver a los otros dos?

Tal vez si era un cobarde que se desconocía después de todo.

Se le ocurrió suspirar cansado de tantas vueltas en su cabeza mientras tomaba la perilla y entonces recordó que esa puerta era la que habían cruzado para entrar a la biblioteca la primera vez.

Claro, probablemente habían acertado por mera coincidencia la puerta correcta.

Pero un gruñido a su espalda lo hizo aferrarse a la idea de llegar hasta las últimas consecuencias en el paro obscuro donde se encontraba.

La piel de todo el cuerpo se le erizó completamente y sintió su corazón acelerarse abatido reconociendo aquello.

Había escuchado de los Golems, pero nunca se había cruzado con uno y eso le dió muchos escalofríos por el cuerpo, ya que no estaba seguro de para qué era el cometido de este. Lo que si podía sentir era el olor muy fuerte a arcilla, por esa razón incluso sin mirarlo sabía qué era.

Hacía ruidos muy extraños acompañados de constantes rugidos que no sonaban para nada agradables pero por alguna razón no lo atacaba, solo parecía haberlo sentido cerca.

Ah, ahora lo recordaba.

Algunos Golems, en especial los protectores podían llegar a ser ciegos, se guiaban a base de sonidos que los hacían encontrar a sus presas si es que se les podía llamar de algún modo, no medían más de un metro con veinte centimetros pero sin duda tenian la suficiente cantidad de magia como para noquearte.

Bueno, quería creer que lo noquearia porque estaba en la escuela así que asesinarlo no lo veía posible de ninguna manera.

Desde ese momento comenzó a cuidar incluso el sonido de su respiración mientras giraba la perilla de la puerta para entrar a dónde suponía que llevaría la puerta frente a él.

Bingo.

La biblioteca estaba frente a él, por lo poco que pudo asomar su cabeza se dió cuenta de aquello mientras con la mirada recorría el espacio buscando qué no hubiese alguna trampa por ahí, y al menos a simple vista todo parecía normal.

Cerró la puerta con el mismo cuidado mientras intentaba que ni el girar del picaporte rechinara contra la madera.

Lo logró de algún modo mientras el Golem seguía rondando en la obscuridad, la chispa seguía encendida con fuerza y entonces en su mente pasaron un montón de planes absurdos para regresar.

Tenía menos de un minuto para hacerlo si no quería alboroto.

Sacó la varita de su capa con cuidado y la empuñó en su mano derecha por si sucedía cualquier cosa mientras comenzaba a caminar en puntas de regreso, no era un tramo muy grande pero debía de apresurarse.

El golem parecía notarlo mientras le seguía muy de cerca el paso, un toque y estaría acabado.

Le pareció muy irónico encontrar a la criatura tan tierna mientras avanzaba, tenía una apariencia abultada, le recordaba mucho a la planta mandrágora de Harry Potter, aquella película que hacía muchos años se había estrenado en la normalidad de los seres sin magia y por supuesto también era popular en su mundo.

Le ayudaba a distraerse pensar en eso, aunque para mal también le hacía entrar en pánico.

Se le ocurrió suspirar pero apenas se dió cuenta tapó su boca con su mano.

El golem gruñó expectante y los segundos transcurrieron con lentitud a partir de ahí, Seokmin detuvo su caminar atenido a cualquier acción que llegara a suceder.

La criatura aceleró la respiración un momento mientras esperaba cualquier movimiento guiado por el shock, estaba hecha para eso, literalmente.

Pero nada, ninguno cedió, así que aún en la obscuridad sus sentidos se calmaron.

—¡Seokmin!

De pronto la puerta de regreso a sus compañeros se abrió de par en par dejándoles ver qué ya iban en su búsqueda.

Seungkwan tenía a Mr.Mystic en los brazos, Soonyoung llevaba la varita tal cómo él y el golem sin dudarlo corrió con sus torpes pies a dónde escuchó la voz.












*Golem: Famosos en el folclore judío, los gólems suelen ser seres creados a partir de materia inanimada, como la arcilla o el barro, que han cobrado vida para servir a algún propósito. Por ejemplo, en algunas historias, se crea un golem para defenderse de los ataques antisemitas.

Según la leyenda, los gólems son singularmente obedientes y seguirán órdenes exactas y literales, por lo que sus creadores definitivamente tuvieron que tener cuidado con lo que les pedían que hicieran.

Gracias por leer<3

Mr.Mystic → BooSeokSoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora