Sherlock.

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El colegio de magos era algo por lo que todo niño debía de pasar al llegar a la edad de quince años.

Pero tal vez no había sido la mejor idea del consejo mágico inducirles sus habilidades cuando los niños estaban en la edad más rebelde de su vida, con los pensamientos corriendo al mil por hora y apenas descubriendo sus personalidades.

Los días eran normales, el mundo mágico se había adaptado bastante bien al mundano e incluso convivían en armonía con el secreto, la escuela parecía bastante normal y estaba en medio de una ciudad. Eran como cualquier otra persona.. solo que con poderes y habilidades especiales.

Un joven curioso de mejillas bonitas miraba entre las puertas de uno de los salones a otros dos quienes parecían prestar mucha atención a un libro de pociones que podía identificar perfectamente a distancia ¿Por qué? Porque la persona que le gustaba lo usaba.

Yoon Jeonghan, el hombre más guapo de toda la institución, que cautivaba a todos con una gran sonrisa coqueta, sus rasgos andróginos y ese cerebro maquiavélico.

Así es, era el dueño del corazón de Seungkwan.

Por eso cuando en clase sentado al lado de ese par los escuchó murmurar sobre "una poción de amor infalible para conquistar a las personas de su interés" sin querer terminó siguiéndolos de forma discreta durante todo el día.

Si, se había hechizado a si mismo con un encantamiento de sigilo antes de verse en está situación pero no podía evitarlo.

Había escuchado que Jeonghan pronto le pediría noviazgo a una persona y a menos de que supiera de la existencia de Seungkwan dudaba mucho de que se tratase de si mismo.

—¡Seok! Aquí está.

Soonyoung y Seokmin no eran precisamente las mentes más brillantes que pudiera conocer, en realidad eran como.. tonto y más tonto pero le agradaban lo suficiente como para considerarlos sus amigos no muy cercanos.

Llevaban un puntaje medio decente en sus materias así que no había por qué desconfiar de ellos.

—¿Enserio?

El libro botaba de mano en mano, era difícil de conseguir si no ibas en ese grado pero se las habían arreglado, por eso es que todo había comenzado.

Aprovechó el alboroto para sacar del bolsillo de su pantalón una lente que dentro tenía la cuenca de un ojo parpadeante, era una especie de cámara que le permitiría transplantar los recuerdos de objeto inanimado a su memoria de forma perfecta.

Hechizó el objeto al susurrarle sobre su palma un encantamiento que le permitiría flotar en dirección a dónde los otros dos estaban y con el dedo comenzó a guiarlo apenas comenzó a volar.

Se mecía con gracia en el aire avanzando hasta lo que consideró una distancia prudente sobre sus cabezas, para este punto el forcejeo se había terminado siendo ganador el más alto de los tres.

—Pelo de unicornio, baba de caracol y una hoja de menta..—En voz alta comenzó a enumerar algunos de los ingredientes antes de que con una mueca volteara el rostro a Soonyoung.—¿Queremos enamorarlos o queremos matarlos del asco? ¡Suena a lo más horrible que he probado en mi vida!

—No te quejes. Está es nuestra oportunidad perfecta Seok.

—No quiero hacer vomitar a Jun..

Puchereó el menor haciendo que Soonyoung rodará los ojos fastidiado, de nuevo le arrebató el libro.

—Ni yo a Hyolyn pero no tenemos remedio ¿O acaso planeas simplemente renunciar a ellos? ¡Se nos están agotando las posibilidades! Escuché que Yoon Jeonghan se declarará a alguno de los dos y sabes que contra él no tenemos nada que ofrecer.

Mr.Mystic → BooSeokSoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora