Sabía bien lo que hacía: dentro de ese cuarto medianamente iluminado mayormente por el foco que reposaba sobre la mesa, mantenía su compostura serena para no levantar sospechas, como bien le habían enseñado en base de una serie de normas.
Norma 1: La tranquilidad es la llave del éxito
Había momentos que no podía mantenerse tranquilo, claro ejemplo lo que vivió hacía solamente unos minutos. Intuía que, aunque tuvo la oportunidad, no podía haberle disparado pues era una pieza clave en aquel caso, pero eso no borró el casi ataque de pánico que podía haber sufrido.
-Perdone por la rapidez en la que está yendo esto, normalmente interrogamos a los testigos mucho después- expresó tranquilo el mexicano mientras entraba a la sala acompañado de una chica rubia-, pero ya que lo tenemos a usted aquí, terminaremos lo antes posible.
-No se preocupe, haga lo que tenga que hacer, intentaré ayudarles lo más que pueda- sonrió con amabilidad.
Norma 2: Una sonrisa y una ayuda despista sospechas
-¿Estuvo ayer en el turno de tarde?
-Efectivamente, era mi día libre pero uno de mis compañeros tenía algo urgente que hacer así que lo sustituí.
-Nuestro compañero dice que usted lo atendió y conversó con usted, ¿es eso cierto? ¿Qué le dijo específicamente?
-Sí, es cierto. Me comentó que era policía y que su cita era un criminal, al parecer no tenía manera de avisarles, así que me pidió ayuda.
Cada vez que respondía, escuchaba como la chica apretaba las teclas en su ordenador apuntando toda la conversación. El castaño, sin embargo, revisaba una hoja donde tenía apuntadas las preguntas que leía. Muy novato, seguramente lleve aquí unos pocos meses, pensó el híbrido.
-No recibimos ningún aviso desde un teléfono ajeno, solo el de nuestro compañero- comentó pasivo agresivo.
Norma 3: Deja que crean que confías en ellos
-Bueno verá, no tengo buena experiencia con criminales- suspiró el de ojos verdes, bajando la mirada a sus contrarios quiénes mantenían caras intrigadas-. A mi novia la mataron hace 6 meses y... b-bueno, fue una experiencia traumática y, añadiendo que tengo ansiedad generalizada, simplemente lo dije en el área de camareros y llevé al chico detrás del escenario para que se encargaran mientras yo salía por la puerta trasera- finalizó para levantar la cabeza.
Lástima era lo que veía en aquellos ojos que lo observaban con detenimiento. Lo odiaba. Odiaba cuando contaba ese tipo de cosas y la gente le miraba silenciosamente con lástima, especialmente policías.
-Lo... sentimos mucho, joven, sabemos lo duro que habrá sido para ti esa pérdida- lamentó la rubia mientras el de bandana asentía lentamente.
Claramente no lo sabían, menos ellos. Es lo que siempre te dice alguien para animarte, ya sea en una decaída emocional hasta en un funeral. Después de todo, ¿cómo iban a saber cómo se sintió cuando escuchó las distintas sirenas delante de esa casa tan conocida que ahora está vacía?
-Te preguntaré una última cosa más y podrás retirarte- dijo el mexicano recuperando la compostura-. Nos dijiste que el dueño te había mandado en su lugar, ¿qué relación tienes con él?
Norma 4: Preguntas sobre familia, siempre la verdad
-Es mi hermanastro, crecimos juntos por la poca diferencia entre fechas, así que nos tenemos mucha confianza el uno al otro.
Supo al ver sus caras que no se esperaban esa respuesta.
-Muy bien, pues ya hemos terminado, muchas gracias por colaborar- sonrió el de ojos negros-. Ya puede retirarse, tenga buen día.
Fuera de esa sala, había demasiado barullo. En el ambiente se distinguían llamadas telefónicas, policías charlando sobre su mañana y agentes investigando en conjunto distintos casos.
Prefería mil veces trabajar en el bar. Lo más que hacía allí era servir dulces y bebidas, y denegarlas si veía que era peligroso para la salud.En la salida cruzó miradas con el castaño oscuro, quién dejó de hablar con su compañero que también lo miraba y le dió un golpe con el codo, animándolo a algo. El de ojos marrones se acercó un poco, lo suficiente como para estar cara a cara.
-¿Te imposible si te acompaño fuera?- preguntó respetuoso el mayor, a lo que el híbrido asintió desganado y fue seguido por el contrario hasta salir del recinto-. Quería disculparme con vos por mi reacción anterior, fue puro reflejo muscular.
-Tu reflejo muscular casi me hace tener un ataque de ansiedad, ¿no se supone que los policías deben tener nervios de acero?- comentó arrogante.
-Llevo poco tiempo trabajando, todavía me falta práctica en este tipo de situaciones.
-Para eso tuviste las prácticas de policía, boludo, parece que te las saltaste.
-Bueno bueno, yo solo quería pedirte perdón, capo.
-No. Me digas. Capo- por cada pausa que hacía se acercaba más al castaño que retrocedía al mismo tiempo hasta que su espalda tocó la pared en la que se vio aprisionado entre dos brazos-. No tenías ni tienes pruebas contra mí y aún así me juzgaste, porque eso es lo que hacen todos ustedes acá: pensar con el instinto y no con el cerebro.
Ambos se quedaron mirando. Uno con rabia acumulada desde hacía mucho y otro sintiendo la fuerte tensión en el ambiente. No quería actuar igual que la última vez, pero el híbrido no le estaba dejando más opciones.
Dirigió su mano izquierda a la pistola que cargaba y, justo cuando iba a desenfundar, se vio interrumpido por una voz femenina que hizo a ambos girarse.
-¿Rob, dónde estás? Betra nos dijo que estabas fue...ra- calló la castaña a la vez que ella y su pareja miraban perplejas la situación en la que estaban los chicos.
-M-may, Cris, esto... ehhh- tartamudeó nervioso el castaño oscuro escapando de su posición-. Verás, prima, es que él es-
Norma 5: Aprovecha oportunidades
-Soy Carre, su novio- se apresuró el de ojos verdes, notando como el mayor lo miró en shock-, siento que nos hayamos conocido así, pensé que estábamos en privado.
-No te preocupes, Carre, siento haberles interrumpido en su momentillo- río la de ojos púrpuras mientras se dirigía a su familiar-. Bueno, iba a avisarte que tus padres vinieron a buscarte porque no contestabas a los mensajes.
-Dios mío, ¿qué carajos hacen viniendo por unos mensajes?- pensó.
-Si quieres me voy adelantando y les presento a Carre yo para que no te hagan muchas preguntas- propuso sin esperar respuesta pues guió al barman con ella dejando a la rubia con el policía.
-¿¡Me hiciste interrogar a tu pareja como sospechoso de un crimen!?- exclamó sin ver como los ojos marrones contrarios aún tenían una mirada desconcertada.
Su cabeza sólo repetía la misma pregunta:
¿Cómo había cambiado tanto su vida en menos de 24 horas?
[-𝐹𝑖𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒-]
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Aɴɢᴇʟ sʜᴏᴛ
Fanfiction-𝑈𝑛 𝑎𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑠ℎ𝑜𝑡 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑐𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑜𝑐𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑙𝑜𝑏𝑜... 𝑜 𝑚𝑒𝑡𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑢𝑛𝑑𝑜