[ III ] Familia

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Si pudiera definir a sus padres en dos palabras serían: jodidamente interesados. Desde que era pequeño estaba en el punto de mira de millones de personas por ser el producto de un matrimonio arreglado de los dos políticos más importantes del país. Eso provocaba que sus padres estuvieran encima de cada acción que hacía desde temprana edad para mantener su imagen intacta frente a la prensa e importantes figuras.

Una vida de mierda si se le permitía decir. No le faltó de nada pero la sensación de poder decepcionar a sus padres y a un público enorme por simplemente existir le sirvió como excusa para irse de su casa, haciéndolo pasar por buena noticia para no manchar la reputación en la que trabajó esos 19 años. No obstante, sabía que esa "libertad" no iba a durar tanto, pues sus progenitores mantuvieron un ojo en su vida privada como era habitual. Como ahora, que con una sonrisa fingida se acercaba a ellos mientras hablaban con su reciente y supuesto novio.

-Cuánto me alegro de que por fin te hayas conseguido un novio, mi niño- felicitó el de ojos rubí cuando tuvo a su hijo a su alcance.

-Si bueno, casi parece que empezamos hace unos minutos- río incómodo sintiendo la burlona mirada que le mandó el híbrido.

-Tu padre y yo te hemos mandado miles de mensajes por la cita y resulta que ya tenías pareja- comentó el castaño y mecha blanca-. ¿Qué pasó con el chico de la cita?

-Era un delincuente que se robó un auto a mano armada con dinero y heroína dentro, la próxima vez deberían ver a quiénes contratan como secretarios- escupió-. Lo encontramos detrás del escenario del bar casi desfigurado y ahora lo estamos investigando.

-Esto será difícil de explicar a la prensa, espero que se resuelva el caso para tenerlo más fácil- dijo el menor de los parientes, dejando al barman confuso.

-Deberías invitar a Carre a la cena que tenemos este finde con la campaña, para que nos conozcamos un poco más entre familia y conocidos.

-Ehm, es que trabaja de tarde y noche y capaz no puede venir al evento- excusó el policía.

-Intenta hacer un hueco, ¿sí, querido?- apoyó el de traje rojo su mano en el hombro del menor de todos y se alejó con su pareja por la calle en la que estaban, dejando a la pareja sola.

-Amigo, ¡tus padres son una verga!- exclamó el de ojos verdes sorprendiendo al castaño oscuro-. Le decís que estuviste con un criminal re peligroso y que viste como lo habían torturado, ¿y lo único que dicen es lo difícil que va a ser explicarlo en la prensa?

-Es algo rutinario, ya ni siquiera te importa después de tanto tiempo

-¡Ni siquiera te han despedido ni nada! ¡Me han hablado a mí no más y recién me conocen!

-¿Y qué querés que haga? No les puedo reclamar nada- se defendió el de ojos marrones-. Además, ni siquiera sabés la mierda que yo he tenido que aguantar toda mi vida como para que me vengas a reclamar que no digo nada. Cuando tenés este tipo de padres, sabes que su afecto y amor es solo para mantener su fachada y eso tienes que tragartelo todo.

En una cosa tenía razón: no había vivido esa vida y tampoco sabía cómo era. Pero al menos sabía defenderse cuando alguien le rebajaba o le menospreciaba. Estuvo a punto de reclamarle cuando notó como el mayor estaba cabizbajo evitándole la mirada y con los brazos cruzados, tensos, apretandose fuerte. Suspiró con lástima, sabiendo que se iba a arrepentir.

-¿Cuándo es la cena?

-¿Cómo?

-¿Cuándo es la cena?- repitió el híbrido-. No entiendo porque todavía pero es algo importante para vos y tengo que mantener mi actuación, intentaré hacer un hueco.

-Este sábado, ocho de la noche. Te puedo ir a buscar al bar si querés- ofreció el castaño oscuro.

Intercambiaron números para que el mayor supiera si podía o no ir y tomaron caminos separados, yendo el menor nuevamente al bar donde trabajaba. En el camino, su teléfono empezó a reproducir un tono de llamada que distinguió al instante por ser el único diferente. Sacó el aparato, confirmando sus sospechas y respondió.

-Hola, Spreen

<<Hermanoo, ¿qué tal,capo? ¿Cómo fue el interrogatorio?>>

-No tienen pruebas, estoy seguro: les conté lo de la ansiedad, toda la coartada y que éramos familia- comentó metiéndose en un callejón para no ser escuchado-. Aunque el chico que me dió el aviso me apuntó con una pistola recién entrando al local y casi me da algo, pero ya está controlado.

<<¿Te apuntó con la pistola sin tener pruebas? Ese pibe no lleva ni tres meses, boludo>>

-Es el hijo de Luzu y Wilbur, el pibe ha tenido que tener una vida de mierda teniendo de mantener la imagen de sus papis y eso le tuvo que afectar en la cabecita- aclaró-. Por cierto, tuve que fingir ser su novio delante de su compañera de trabajo y su familia así que, a partir de ahora, tienes cuñado- comentó para soltar una pequeña risa

El silencio se presentó por unos segundos y la situación se volvió ligeramente incómoda. Ambos sabían el porqué.

<<Carre, ¿estás seguro de querer hacer esto? Después de... lo que pasó en tu última relación y con la policía->>

-Sisisi, tranquilo- asintió interrumpiéndolo-. Pensalo: nadie va a sospechar del novio del policía. El único problema que tengo es él, así que solo tengo que desviar sus sospechas permanentemente y ya podré dejar la actuación cada vez que pase algo así. Además, vos siempre me decís que hay que aprovechar las oportunidades para limpiar tu nombre- agregó el castaño.

<<Bueno, si vos estás de acuerdo, seguí con esto. Te llamo más tarde, ¿sí?>>

-Va, chau, te quiero- se despidió sin esperar respuesta como era usual y salió de su escondite.

Unos cambios en el plan no le hace daño a nadie y menos si te ayudan a mantenerte al margen de la sospecha.

[-𝐹𝑖𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑟𝑐𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒-]

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⏰ Last updated: May 18 ⏰

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Aɴɢᴇʟ sʜᴏᴛWhere stories live. Discover now