Capítulo 2

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Jennie estaba empacando un pequeño maletín con su ropa mientras Lisa ayudaba a sus pequeños a empacar su maleta, porque afortunadamente la escuela de sus niños suspendió las clases por unas semanas y así poder llevarlos con ellas. Lisa encargó su tienda con alguien de mucha confianza; a su mejor amiga Rosé y a su esposa de ella, ya que eran socias.

La Omega estaba terminando de cerrar su maleta y la de su esposa cuando su hermana mayor la estaba llamando.

—Hola Jennie, dime que ya sabes que irás a Ohio y no estoy metiendo la pata, por favor.

Una media sonrisita apareció en el rostro del Omega.

—¿Ohio? —Jennie escuchó cómo su hermano comenzaba a reclamarse a sí mismo por su supuesta imprudencia. Hasta que no pudo más, no quería torturar tampoco al pobre, y se soltó a reír—Ya lo sé, Jongin. Solo quería darte una cuchara de tu propio chocolate.

—Awww hasta ya hablas como toda una cocinera. Le dije a Lisa que era una buena idea inscribirte a ese concurso.

—¿Eres parte de todo esto?

—Claro que sí.

—No lo puedo creer, Jongin. ¿Qué te dijo mamá sobre anotarme en concursos? ¿Por qué mi esposa te ayudó? 

—Alto, mamá dijo que realities no, lo que significa que concursos están disponibles. Lisa es una tonta enamorada de ti, esa Alfa haría lo que sea por verte feliz.

Jennie le iba a reclamar muchas cosas, pero Jongin se soltó a reír como nunca, se despidió y colgó el teléfono luego de despedirse. 

—Me las vas a pagar, Kim.

Lisa estaba apoyada en el marco de la puerta escuchando todo, sin querer, no contaba como invasión a la privacidad porque sabía con quién estaba hablando Jennie.

—¿Por qué estás hablando sola, Jennie? ¿Y con quién?

Jennie estaba muy concentrada intentando acomodar su ropa y pensando en formas de vengarse de su hermano mayor hasta que pegó un grito de espanto, que tuvo que sentarse para recuperarse del susto que se llevó.

Lisa suelta una risita, sabiendo que Jennie estaba sobreactuando, y se acerca a su cama para sentarse a su lado.

—No entiendo la razón por la que te asustas, amor. 

—Me va a dar un infarto un día de estos, Manobal, y todo por tu culpa. No hagas eso, Lisa.

La Alfa besó la sien de su Omega y le dio un beso en los labios en señal de disculpa.

—Voy a tratar, bebé. ¿Estás listas para irnos? Nos espera un largo viaje y camino que recorrer hasta Ohio.

Jennie le sonríe y se sube a su regazo para comenzar una sesión de besos recostadas en la cama, Lisa estaba disfrutando de ese momento bastante. Ver a su esposa encima suyo era todo un espectáculo.

—¿Pasaremos por Philadelphia y Chicago?

—Lo haremos, pero por ahora me encantaría pasar por otro lado —dice levantando las cejas con coquetería.

Jennie le sonrió de la misma manera sabiendo la intención detrás y se inclinó para darle un beso en los labios y bajarse del regazo de su Alfa.

—La única parada que haremos por ahora será nuestro auto porque nuestros cachorros están esperando por nosotras.

Lisa estaba muy ocupada intentando resolver cierta situación en el baño. 

Completamente indignado con la situación.

Rosas y Azúcar | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora