Italia.
Siempre me ha gustado Italia. La primera vez que vine fue para celebrar uno de los mejores empresarios habían invertido en la empresa de mi padre, pero ya ha pasado mucho tiempo desde que vine.
Lo que pasa es que ahora ya no me alojaré en ningún hotel de lujo ni en ningún resort privado. Ahora, de hecho, no sé en donde me quedaré. Todo ha sido tan precipitado que no me ha dado tiempo si quiera a ver ofertas.
¿Cómo viviré aquí?
No tengo ni un trabajo y, a pesar de que sé varios idiomas, el italiano no es el idioma que mejor hablo.
Entro en un restaurante y voy directa a la barra.
—Buongiorno, dove posso trovare un albergo? —le pregunto a un camarero que está de espaldas a mí.
—Aspetta un attimo. —dice en voz baja, como si estuviera concentrado en algo.
Saco mi móvil del bolso y nada más activar los datos móviles, me empiezan a llegar cientos de mensajes de mis padres y varios de Stefan. Lo pongo en modo silencioso rápidamente.
Abro primero el chat de Stefan. 4 mensajes.
Mierda.
Claro que no está mintiendo. En estos temas no miente.
—Cosa vuoi? —pregunta es chico, sacándome de mis pensamientos.
Apago el móvil ignorando de nuevo a mis padres.
Es difícil ignorar su atractivo. Tiene el pelo rubio revuelto, como si no se lo hubiera peinado en días. Sus ojos son tan verdes que parecen esmeraldas y brillan por la luz del local. De su uniforme del trabajo sobresalen un poco los músculos de sus brazos.
—Joder, a ver cuánto tarda. Tengo que seguir trabajando. —murmura más para sí mismo que para mí. Al parecer también hablaba inglés. —. Cosa vuoi? —pregunta otra vez, esta vez un poco más irritado.
—Quiero saber en dónde hay un hotel, pero se ve que tú estás muy ocupado.
Me voy sin dejarle decir nada más y me acerco a una chica que también tiene el delantal con el logo del restaurante.
—Buongiorno, dove posso trovare un albergo? —le pregunto con esperanzas de que sea un poco más amable que el otro chico.
—Ciao, ovviamente. C'è un albergo nelle vicinanze. Sono nove minuti da qui. Devi proseguire dritto finché non vedi una grande strada e poi girare a destra. —hace gestos con las manos para indicar mejor las direcciones. Le doy las gracias y salgo del restaurante.
Sigo las direcciones que me dio la chica y sorprendentemente llego sin perderme. Es un edificio increíblemente grande y bonito.
Romeo Hotel – Naples.
Un hotel 5 estrellas.
Supongo que lo podré pagar algunas noches con el dinero que traje de Londres. Pero tengo que encontrar un trabajo en cuanto antes.
Entro en el hotel y me acerco al recepcionista. Tiene cara de aburrimiento mientras mira distraídamente el móvil. En cuanto nota mi presencia da un pequeño respingo en la silla y rápidamente aparta el móvil casi provocando que el aparato salga volando. Me mira con una gran sonrisa.
—Benvenuto, cosa desidera?
—Ciao, voglio... —dudo —voglio restare qui per una settimana.
—Bene. —Empieza a teclear en el ordenador mientras me pregunta algunas cosas que también escribe en el ordenador. —. Tú vieni dal United Kingdom? —Intenta hablar en inglés, pero mezcla algunas palabras con el italiano.
Asiento.
—Bonito lugar. —me tiende una llave con el número 22 —. Tu stanza en segundo planta.
Señala hacía un ascensor y me desea una buena estancia. También me dice que si tengo algún problema o pregunta se lo puedo decir. Está claro que mañana le preguntaré si sabe de algún trabajo para mí.
***NOTA DE AUTORA:
Hellooo!!
Ha sido un primer capítulo cortito, pero por lo menos a hemos conocido a parte de los personajes de esta historia (o por lo menos a los que de momento estoy desarrollando en mi cabeza).
¿Qué tal os está pareciendo Stefan?
¿Creéis que Stefan encontrará a Emily?
Espero que os haya gustado.
Os quierooo <3
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Tú y mis mil problemas (En proceso)
Novela JuvenilEmily Blinks y sus interminables problemas la llevan a una escapada a Italia. Matteo, un callado pero amable chico aparecerá en su vida para formar parte sus problemas. ¿Podrá Emily ser feliz otra vez? ¿Podrá Matteo enamorarla en un 222 días? Pueden...