BLÜE [Nicholas x Ej] NichoJoo

10- Arrecifes de coral

Nicholas sostenía la manita de Euijoo, quién caminaba por encima del muro que separaba la playa de las avenidas, y cuando este llegó a la punta lo recibió cariñosamente en sus brazos cuando este saltó, como si se tratase de un niño.

Se carcajeó con dulzura y dejó un besito de piquito en esos labios rojitos, mientras lo sostenía de la cintura.

── Todavía estamos aquí ──murmuró Harua, provocando la risita en el resto de sus amigos.

La pareja estaba tan inmersa en su burbujita de felicidad que ni notaron que aún estaban siendo acompañados por sus amigos.

── Sentí que estaba viendo una película romántica antigua ──explicó Yuma, sosteniendo su tabla.

Nicholas le sacó la lengua y sostuvo nuevamente la manita de su príncipe de cabellos rojitos.

Hace tan sólo una semana Ej había vuelto, y ellos seguían siendo unas bolitas de azúcar cuando estaban juntos.

── Por cierto chicos, quería proponerles algo, esta noche ──habló, Byun, haciendo que todos le prestasen atención.

── ¿Qué es? Lo que sea me apunto, llevo varias noches queriendo hacer algo ──soltó Yudai, atrayendo a su cuerpo, al rubiecito que miraba enternecido sus abdominales.

── Hoy es una noche especial. Ocurren tan sólo alrededor de una vez cada seis meses ──

── Oh sí, los corales ──recordó Harua, con una sonrisa.

── ¿Qué pasó con los corales? ──preguntó Nicho, mirando a su sirena, mientras caminaban a casa.

── Hoy se reproducen y es un suceso hermoso ──explicó con una sonrisa.

── Genial ──soltó K.── Creo haber visto algo sobre eso una vez en un documental que pasaron por la tele. Es cierto que se debe ver bonito ──

── Es persona la experiencia es única ──se unió Takayama.

── ¿Cómo iremos hasta allí para verlos? Nosotros no somos Aquaman ──preguntó Yuma.── Ni tenemos una resistencia tan buena bajo el agua ──

── Oh... No pensé en eso ──murmuró Euijoo.

Él ya había probado, y con sus nuevos poderes podía hacer que Nicholas respirara bajo el agua, al igual que los de su especie... Pero no sabía si podría hacer lo mismo con tantas personas a la vez... Aún no conocía la magnitud de su poder, cómo príncipe de las mareas.

── Oh, tranquilo, que si es por eso no nos lo vamos a perder ──murmuró Koga.── Conozco a un tío, que vive cerca de la tienda de tablas de surf. Él alquila trajes de buzo. Así que podemos ir a por ellos y listo ──

── ¿El loco Richard? ──preguntó Yuma.

── Sí ──contestó.

── Él me da un poco de repeluz. Siempre que pasó por allí con Harua se le queda viendo raro ──explicó, y Shigeta asintió estando de acuerdo.

── Él antes era marine ──contó K.── A lo mejor tiene anécdotas exóticas que contar ──

── Bueno... Yo he leído que algunos hombres que hayan sido hechizados por sirenas pueden reconocerlas aunque estén en su forma humana ──contó Nicholas.

── ¿Quieres decir que Harua lo hechizó? ──preguntó Yuma y su novio le frunció el ceño.

── Estás loco. Ese tipo tiene unos 60 años más que yo, ¿cómo podría haberlo hechizado cuando él fue marine si yo ni siquiera había nacido? ──preguntó indignado.