Capítulo 1

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— ¿Está mi tía?— frente a ella se encontraba la cabeza de la familia Malfoy. Para cualquiera de su edad era alguien intimidante, pero no para la joven estudiante ahí presente, ella no respetaba a Lucius por la sencilla razón que el respeto no era recíproco

—No, ha salido — Kai no sabía si creerle, desde que llegó a la mansión Malfoy fue más que evidente, que ni ella o su hermana eran bienvenidas en el lugar, al menos por parte de Lucius, y fue más evidente cuando ninguno de las dos quedaron en Slytherin, no como su padre «un digno Slytherin» como siempre decía su abuela cuando aún vivía

— ¿Cuándo va a volver?

—No tengo idea— Kai se estaba empezando a molestar al no obtener respuestas útiles

— ¿Puede firmar esto? Supongo que ya sabe que es, si no me equivoco, Draco también la debe haber recibido

—No— respondió secamente mientras se daba la media vuelta y salía de la habitación. Kai apretaba los dientes para contener su enojo, no conseguiría nada discutiendo con él y lo dejó ir.

—Búscala y dile que necesito algo— le habló al elfo que aún permanecía a su lado

—Sí, Señorita— Kreacher desapareció en segundos así que Kai se dirigió hacia un sofá mientras esperaba el regreso del elfo

Varios minutos después el elfo regresó pero no con muy buenas noticias, al parecer Narcisa si había salido y no regresaría hasta varios minutos después, así que Kai decidió esperarla pero no podía dejar a su hermana sola en casa y envío de regreso a Kreacher, ordenando que volviera luego de un cierto tiempo y amenazándolo sobre que le hablara bien a Liz.

La mansión Malfoy era enorme en comparación a su casa, era muy espaciosa lo que permitía hacer muchas cosas pero era una casa muy triste y aburrida, parecía más una prisión que un hogar, esa fue una de las razones por las que se fueron de ahí en primer lugar y la otra porque Dobby ya no estaba, por lo tanto, si se iban, el elfo ya no se quedaría recibiendo los malos tratos de sus amos, claro, aún estaba Draco, quien a palabras de Kai, no era un mal chico y se compadeció de él, pero primero estaba el bienestar de su hermana, así que no se podían quedar mucho tiempo ahí.

Ambas son menores y no pueden estar viviendo solas, pero para ambas niñas era mejor estar solas que viviendo en la mansión Malfoy y escuchando las tontas ideas de la pureza de sangre, ideas que Kai compartía hasta cierto punto, pero Lucius exageraba todo. Para suerte de ambas, cuando Andrómeda se enteró de lo que sucedía, se ofreció para que ambas niñas vivieran con ella pero prefirieron permanecer en Grimmauld Place, así que era Andrómeda quien visitaba a las niñas aunque sin quedarse mucho tiempo ya que no soportaba los interminables gritos del retrato de Walburga o de los murmullos ofensivos de Kreacher.

Ninguno de los Malfoy puso un pie en Grimmauld Place ni una sola vez, aunque tampoco llevaban mucho tiempo ahí, apenas habían vuelto a casa hace casi un par de semanas. Las hermanas Black y los Malfoy seguían en contacto pues aunque ya no vivían con ellos, seguían siendo sus tutores legales y por esa razón Kai está ahí, para que firmaran los permisos para visitar Hogsmeade.

— ¿Me buscabas?— Kai salió de sus pensamientos ante la voz de la mujer frente a ella.

—Tía cissy, necesito que firmes esto— extendió ambas notas — son permisos para poder ir a Hogsmeade.

—Claro— sin revisarlos tanto los firmó y se los regresó a su sobrina.

—Gracias. Eso es todo, adiós — Kai caminaba hasta la sala donde ya estaba el elfo esperando.

Esta visita había sido diferente a las demás, parecía que le querían decir algo pero no lo hacían, empezando por el señor Malfoy quien hoy parecía más molesto de lo normal y después estaba Narcisa quien no le hizo preguntas como siempre, de si estaban bien o si necesitaban algo, aun así decidió ignorarlo pues ya tenía lo que quería y eso era lo importante.

Dulce mentira [Hermione Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora