Mundo humano

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▪︎-Esa insignificante pelirroja se volvió a mi, buscando mis ojos, pero fue en vano pies no lo consiguió, cuando pareció entender me dio la espalda y luego comenzó a hablar, articulando una oración, como si me diera una breve explicación... Esa maldita-▪︎

--Gingakou:Este es el bosque de árboles gigantes, aquí se parece cuando se desciende del Mundo Espiritual, desde mi Palacio. Sígueme...-

▪︎-Observaba los árboles a nuestros alrededores por el rabillo del ojo y si, efectivamente eran árboles gigantes. Ella me rodeo y se coloco a mis espaldas, empujándome para que comenzará a caminar, apresuré el paso para evitar que las manos de ese ser inferior siguieran tocándome, seguí caminando, observando aquella rosa que yacía en mis manos mientras que ella parloteaba con ese molesto artilugio que hace poco tiempo se nos fue entregado llamado "teléfono celular", era una llamada-▪︎

--Gingakou:Si, padres! Odín, estoy bien en serio... Padre, deja de preocuparte tanto!-

▪︎-Al parecer hablaba con los Dioses soberanos, en todo el trayecto mantuve mi vista clavada en esa rosa azul y sin darme cuenta, ya habíamos salido del bosque de árboles gigantes, ya el sol estaba cayendo pues eran las 06:21 P.M, la pelirroja comenzó a caminar con destino a un pequeño y lúgubre pueblo, no tengo mucha experiencia recorriendo Japón por lo que me vi en la obligación de seguirla, esta me estaba dando la espalda puesto que estaba caminando más adelante que yo, volteo para así mirarme y comenzó a hablar, de nuevo-▪︎

--Gingakou:Iremos a una pequeña casa para dejar nuestras cosas y luego iremos con los monjes ¿va?-

▪︎-Solo recibió silencio de mi parte, soltó un suspiro cargado de exasperación, frenó, yo seguí caminando y en el momento en que pasé junto a ella pues estaba por rebasarla, me dio unas palmadas en el hombro acompañado de de una corta risa -¿que se trae esta idiota?- pensé ante sus acciones, moví mi brazo para que se alejara y así fue, comenzó a caminar delante de mi, de nuevo. Así fue como note que llevaba dos grandes y pesadas mochilas, tome una a la fuerza pues ella no quería darme ninguna, cuando logre quitársela la lleve en mi espalda, esta carraspeo y siguió con su camino. Cuando nos adentramos al pueblo ella recibía comenzó morbosos por como iba vestida, mientras que yo recibía halagos y chicas, e incluso algunos chicos acosadores que se deleitaban con mi perfección, llegamos a una casa pequeña de donde salieron dos mujeres humanas de edad avanzada tras tocar la puerta, puesto que en la entrada de su casa solo había una puerta, me parecieron conocidas pero sería absurdo pensar en que eran ellas, pero las acciones y las palabras de la pelirroja me lo confirmaban, las tres féminas se saludaban, las dos mujeres de edad avanzada saludaron a la "joven" pelirroja pues para un humano su edad sería impensable, es imposible comparar sesenta años (o eso aparentaban) con cuatro mil doscientos cincuenta y dos años, aunque para la divinidades es bastante joven. Saludaron a la pelirroja con un beso en la frente, luego nos invitaron a pasar y rápidamente fui arrastrado al interior de esa casa que no era ni comparable con con tamaño de mi habitación, quitando todas las paredes de la casa apenas sería una pequeña parte de mi habitación, mi desconfianza era mucha, probablemente la pelirroja lo sintió, al estar dentro ella me soltó y se lanzó a un sillón, quedando acostada en este, una de las mujeres me paso una silla sin articular palabra alguna dirigida a mi, aún tenía la vista clavada en esa rosa-▪︎

--Madre1:Hija ¿y esa ropa? ¡anda a Cambiarte!-

--Madre2:Q-querida basta, nuestra pequeña es linda y no siente pena en mostrar su belleza. Pero si deberías ponerte unos shorts, hija-

--Gingakou:¡Madres, por favor! No hablen así de mi-

--Madre1:Anda, ponte unos shorts-

--Gingakou:Ahg! De acuerdo, madre... Oye, dame la mochila, la llevare a mi habitación-

Nuestra Historia Juntos (🔱Poseidón y Tu🔱)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora