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Chiara miraba el techo de la habitación otra vez, parecía que el insomnio le iba a pasar facturas los primeros días de la academia, la conversación que tuvo con Paul la dejó un poco tocada, sabía que le podía llegar a gustar Violeta, pero ahora tenía confirmado lo mucho que le gustaba.

— ¿Kiki? – susurró Violeta.

— Otra vez igual. – Chiara se giró en su cama para poder mirar un poco a la pelirroja.

— ¿Qué tanto tienes en la cabeza como para no poder dormir? – Violeta tiró esa pregunta con dobles intenciones, la imagen de Paul y Chiara abrazados en la terraza se repetía constantemente.

— Te puedo preguntar lo mismo.

— Supongo que la presión de la actuación.

— Yo también – mentira, a Chiara le atormentaban sus sentimientos por la reportera de guerra.

— ¿Kiki tienes frío?

— Un poco ¿por qué?

— Ven a dormir conmigo, que yo también tengo, y así podemos hablar mejor. – La pelirroja no sabe por qué dijo eso, no sabe ni por qué le aterro cuando Chiara aceptó y se encaminó hacia su cama. – A mi me dejas el lado de la pared.

— Si mis cojones, y yo me como el lado de los monstruos no te jode. – Chiara se tumbó al lado de la pelirroja manteniendo sus distancias.

Su cara mostraba alguien segura y digna de si misma, pero por dentro su corazón estaba corriendo una maratón contra Usain Bolt, solo que claro, no iba a demostrarlo.

— ¿Qué tal te llevas con Paul?

— Bueno, es fácil trabajar con él, y es muy divertido, la verdad me está cayendo mejor de lo que esperaba – dijo Kiki recordando como Paul la apoyó con su problema.

Pero esa sonrisa para Violeta significaba otra cosa, una muy diferente a la amistad en la que pensaba Chiara.

— A ver, yo creo que es muy pronto para saber con quien si y con quien no. – Violeta no soportaba la idea de Chiara y Paul juntos, pero cuando se ponía a pensar en más opciones... no soportaba la idea de Chiara con nadie.

— Yo creo que nos hemos conocido bastante, por ejemplo tú, contigo si.

— ¿Qué?

— Qué contigo creo que puedo tener una bonita amistad.

— Ah, claro si, yo pienso lo mismo – Violeta sonrió nerviosa.

Chiara y Violeta miraron el techo mientras pensaban en que decir, volvieron a ese sentimiento de no incomodidad si no de bastante paz.
Chiara sentía que se caía un poco de la cama, por lo que sus instintos hicieron que se moviera más cerca de Violeta, provocando un roce de manos no tan ligero entre ellas, Chiara al darse cuenta de lo que estaba pasando apartó su mano como si de algo prohibido se tratase.

— Perdona.

— No pasa nada. ¿Oye Kiki?

— Dime.

— ¿Te atrae alguien de la academia? – preguntó Violeta sin pelos en la lengua.

Chiara se sorprendió por la pregunta, no se la esperaba tan directa y la tomó completamente desprevenida.

Sin embargo no sabía que responder, si, le gustaba alguien, pero ese alguien estaba literalmente tumbada al lado de ella haciéndole la pregunta más incómoda de su vida, por lo que su mente en ese momento no podía pensar con claridad.

— Sí. – respondió. Y al instante se arrepintió de aquella afirmación.

— ¿Sí? – levantó las cejas la reportera. – ¿Quién? Cuéntame.

EN MIS PARTITURAS - Violeta y ChiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora