JUNGKOOK
Ser parte tuya después de esta enfermedad era cómo cargar con el estigma de un destino cruel. El amor, aunque noble en sus raíces, nos arrastró hacia la manipulación y el sufrimiento. Éramos pecadores de un vínculo que llevó a la desgarradora pérdida de la pureza que alguna vez conocimos. A tan corta edad, éramos niños que solo sabían llorar y llorar. ¿Quién me había infligido esta dolorosa e incurable enfermedad?
El amor es una palabra que encierra un sinfín de emociones, desde caricias sutiles hasta bruscas, con cada noble sentimiento. Aunque doloroso, el amor se convierte en verdad a través del sufrimiento. Quienes no sufren por amor no experimentan el verdadero peso del corazón; están atrapados en un engaño alimentado por la avaricia de la sociedad.
Mi vida estaba definida por el amor, o más bien, por el dueño de mi amor. Me arrepentía de tantas cosas que no había hecho en el pasado por miedo a dañar ese lugar de seguridad que compartíamos. Conocí a Taehyung siendo apenas un crío; él fue mi salvación, pero yo me convertí en su perdición. Una conexión inevitable floreció entre nosotros, evolucionando de una amistad sólida. Fui iluso al creer que mis deseos se hacían realidad, que el destino divino me había concedido a alguien eterno con quien compartir mi existencia.
Pero eran simples fantasías. No pude ver la verdad.
✄Flashback
Respiré hondo. Era el momento de revelarle la verdad a Taehyung, sin saber si sería correspondido o si esta confesión solo sería unilateral. No deseaba que todo fuera solo un sueño, una fantasía efímera. Aunque la realidad fuera cruel, decidí atesorarla, incluso si eso significaba ser egoísta solo esta vez, porque había encontrado a alguien que realmente deseaba.
Caminé hacia la casa de Taehyung, consciente de que en esta hora Yeontan, el pomerania de colores oscuros, necesitaba su paseo diario. Me sumergí en pensamientos sobre un futuro compartido, donde pudiéramos pasear a Yeontan juntos, agarrarnos de la mano. Pero esos pensamientos se vieron interrumpidos abruptamente.
Frente a mí, la realidad que temía enfrentar se materializó. Taehyung yacía en el suelo, cubierto de sangre debido a un atropellamiento. Intentaba alcanzar a Yeontan, quien se había escapado. Sin pensar, mi cuerpo reaccionó instintivamente; corrí hacia él, lo atrapé entre mis brazos y supliqué.
— Taehyung, no cierres los ojos. Tienes que quedarte aquí. Te necesito. Hay tantas cosas que no te he dicho. No puedes dejarme, y no puedes dejarte a ti mismo. — Suplicaba mientras lo abrazaba.
— Kookie. — Apenas escuché su voz antes de que unos hombres salieran del auto. Eran desconocidos para mí. Forcejeé mientras intentaban separarnos, decidido a no soltar a Taehyung hasta estar seguro de que estaba bien.
— Déjense de tonterías, niños. Suelten a su amigo para que podamos ocuparnos de esto.
Me tomaron, me alzaron, forcejeé, pero fueron más rápidos. Un pañuelo fue colocado en mi rostro, y mis sentidos empezaron a desvanecerse. Aun así, no dejé de mirar a Taehyung.
Él pronunció algo, nuestros ojos luchaban mientras los brillos se apagaban, pero seguían conectados.
¿Qué me querías decir?
¿Qué es tan importante como para esforzarte en hacerme entender si solo te quiero a ti?
— Todo esto es el precio que debes pagar. Solo así podrás sobrevivir sin miedo a lo que te rodea. — Una voz femenina decretó, y como si fuera un interruptor, perdí el conocimiento.
[...]
Una semana había pasado desde esa pesadilla llena de verdad. Mi mente y mi corazón eran una tortura constante. No podía dejar de pensar en Taehyung. Intenté escapar para verlo, pero fallé en innumerables intentos.
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Fantasize〔TK〕
RomanceEn algún momento de nuestras vidas, todos caemos rendidos ante el embrujo de alguien que ocupa nuestros pensamientos las veinticuatro horas del día. Anhelamos estar con esa persona sin importar las circunstancias, y algunos afortunados logran conver...