TAEHYUNG
Desde los acontecimientos de mi salida con Jungkook no he podido dejar de pensar en él. Es como si una parte de mí insistiera en que aquel chico era la solución a lo que mi mente ha borrado. Sin embargo, no encuentro la razón, ya que ese niño de cabellera azul no concuerda con la apariencia de Jeon. A lo largo de estos días, he llegado a la deducción de que el recuerdo es mío, que yo soy aquel niño castaño.
Mi infancia fue algo que di por perdido hace mucho tiempo. Solo recuerdo ir seguido a un parque y observar detenidamente esa tienda de antigüedades que exploré por primera vez hace unos días. Por alguna razón, me aterraba, me aferraba a la idea de que si mi mente y corazón olvidaron algo, es por mi bien, y por lo tanto, no debo conocerlo. Esta idea cambió hace unos días después de la fotografía, pero estoy seguro de que no conozco a aquel infante. Según Jennie, ella fue mi única amiga que perduró después de mi amnesia emocional. Mis padres son un caso totalmente diferente. Cada vez que les pregunto, responden con evasivas:
— Deja de molestar con eso, Taehyung.
— Pregúntale a tu madre, ella sabrá.
— Son solo tonterías, una que otra travesura.
— Algo insignificante, nada más.
[...]
Caminaba distraído camino a la universidad hasta que una dulce voz llegó a mis oídos.
— Hola, Taehyungie. — La chica se acercó a mis labios para dejar un corto beso en ellos. — ¿Todo bien, amor? Has estado un poco perdido, y me sorprendió que no me hayas escrito.
Hizo un puchero mientras batía sus pestañas. Cualquier hombre hubiera quedado derretido, pero a mí no me provocó nada. Era extraño.
— Ah, perdón, Jennie. Es que los estudios me han mantenido ocupado. - Pasé mi mano por mi cuello para luego suspirar. — ¿Te comenté que tengo un tutor?
Traté de cambiar de tema, no quería que nadie más se involucrara, especialmente ella. Aún así, noté cómo el brillo de sus ojos se opacaba y su expresión cambiaba a una más seria.
— Ah, no puedo creer que esa vieja te pusiera con Jeon, ridículo. — Exclamó mientras unía sus cejas y cerraba sus manos.
Sonreí ante aquel acto, pero un pequeño espasmo llegó a mi cabeza, un niño, el de cabello azul haciendo el mismo gesto que Jennie.
— ¿Cariño?, ¿estás ahí? — Jennie agitó su mano enfrente de mi rostro. Asentí como respuesta. — Creo que deberías dejar de preocuparte tanto. La falta de sueño afecta gravemente el cuerpo.
Si eso tenía que ser, solo simple cansancio. Nunca noté cómo los pasillos estaban llenos de bullicio, nunca noté cómo el viento se escuchaba en cada área de la universidad. Hay tantas cosas en las que nunca me fijé porque creía que no tenían importancia, especialmente él.
Cómo no pude haber notado a aquel chico tan tierno y amable, pero al mismo tiempo misterioso. Era como una cajita llena de sorpresas.
Llevaba observándolo desde que ingresé al salón, analizando cada movimiento, esperando algo... Algo que nunca pasó. Tampoco sabía qué quería que pasara, pero en medio de mis pensamientos, alguien interrumpió.
— Alumno Kim, me da mucha alegría ver lo interesado que está en mi clase. — Habló la profesora en un tono sarcástico. — Su tutor es alguien excepcional. Estoy segura de que tenerlo cerca lo hará mejorar y tener un mejor foco de atención.
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Fantasize〔TK〕
RomanceEn algún momento de nuestras vidas, todos caemos rendidos ante el embrujo de alguien que ocupa nuestros pensamientos las veinticuatro horas del día. Anhelamos estar con esa persona sin importar las circunstancias, y algunos afortunados logran conver...