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La mirada de Inés viajaba del encerado a Lee Jeno, y así sucesivamente. La chica de 18 años no solía tener problemas para atender en clase, pero cuando se trataba de Derecho de la Información no podía evitar disociar y admirarlo muy de vez en cuando, ya que era la única clase que compartía con el pelinegro.

Ella aprovechaba siempre para ponerse detrás de todos para poder admirar bien al chico. Estaba orgullosa de su sitio, pues desde ahí podía dibujar imaginariamente la línea de su perfil, que parecía tallado por los mismísimos dioses.

Parece ser que el timbre acababa de sonar, pero la de cabellera castaña oscura estaba demasiado sumergida en sus pensamientos como para haberse dado cuenta. Fue al ver cómo todos se levantaban y recogían que se dio cuenta.

—Te veo muy ocupada mirando a cierto coreano. –insinúa Shuhua, su amiga y compañera de asiento en la mayoría de clases, con una sonrisa burlona.

—No digas tonterías, he descansado poco y no puedo concentrarme bien, nada más.

—Sí tú lo dices. –ríe mientras se coloca bien su mochila.

Entonces para cuando volvió a mirar a su lugar, él ya no se encontraba allí. Suspiró como si le hubieran devuelto la energía que le faltaba durante la clase y sale del aula acompañada de su amiga que le comentaba lo que había hecho la tarde pasada.

Ya que era la hora del descanso, las dos fueron al aula de su próxima clase a dejar sus cosas, para luego salir e ir a la cafetería. Allí se pidieron un par de cafés con leche y a parte, la taiwanesa también pidió un cruasán.
Como hacía viento, decidieron quedarse dentro así que se sentaron en una mesa vacía al lado de la ventana.

Al rededor de cinco minutos después, Ane se unió a ellas, con un descafeinado en una mano y en la otra con por lo menos 100 hojas de apuntes. Ane al igual que ella y que su otra amiga Laura, eran becadas de la misma zona de España, así que ya se conocían de antes y se llevaban bien. Shuhua también era becada, pero de Taiwan, así que al ser todas nuevas, empezaron a juntarse con ella.

—¿Por qué mi yo de quince años decidió que lo mejor para su futuro era estudiar psicología? Estoy saturada y todavía no hemos terminado la primera evaluación.
–se queja Ane, echando hacia atrás con su mano derecha, su rizada melena castaña con mechones rubios.

—Estamos igual, en Caso Cerrado parece todo mucho más fácil y entretenido. –dice Inés, a lo que Ane ríe y Shuhua las mira confundida, sin entender la comparación.

—Oye, ¿alguien sabe dónde narices está Laura? –pregunta Shuhua, cambiando de tema.

—Ayer hablé con ella por la noche y me habló sobre tener que avanzar con un cuadro surrealista. –comenta Ane y le da un sordo a su descafeinado.

—Todos sabemos que Laura, cuando se concentra en su arte, deja de coexistir. –dice Inés y suspira, preocupada por su amiga.

Se quedaron unos minutos más charlando, hasta que una figura familiar apareció en el vidrio de la ventana, consiguiendo toda la atención de la francesa. Lee Jeno le volvía loca. Lo atractivo que era haciendo cualquier cosa, pero juraba que su momento favorito del día era cuando le veía fuera de la universidad fumando y el viento parecía estar a su favor, así como estaba pasando en ese momento.

Volvió a la realidad cuando notó la mirada divertida de su acompañante, más conocido como Na Jaemin, el mejor amigo del pelinegro. Nada más hacer contacto visual con él, esquivo la mirada avergonzada. Le había pillado.

—Mierda, Jaemin esta mirando para aquí.
–dice Inés, mirando la mesa, con las mejillas rosadas.

—A mí me preocuparía más lo que haga de ahora en adelante, Inés. Ahora que te ha pillado con las manos en la mesa mirando a Jeno, todos aquí sabemos que Jaemin no es un peso ligero y jugará con esta información. –habla Shuhua, mirando con lástima a Inés.

—De momento lo mejor es mantenerte alejada de él.

—Pero si quieres hacercarte a Jeno, es inevitable mantenerse cerca de Jaemin.
–Shuhua de nuevo tenía razón, pues ese dúo era casi inseparable.

—Déjalo Shu, tiene pareja y yo no soy ese tipo de persona. Sé muy bien lo que se siente que intenten quitarte a tu chico.

Ese sentimiento de nostalgia y tristeza volvió a ella, como un recordatorio de que le costaría superar la relación que tuvo con su exnovio.

Ese sentimiento de nostalgia y tristeza volvió a ella, como un recordatorio de que le costaría superar la relación que tuvo con su exnovio

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Cúrame ; Lee JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora